Cafe de Paris en Santa Pola

Café París no es solo un lugar bonito frente a la playa, es una experiencia completa. Desde que llegas, notas que cuidan cada detalle: la música, la decoración, la carta… pero, sobre todo, el trato humano. El personal es de lo mejor que he visto en Santa Pola. Cercanos, atentos y siempre con una sonrisa, incluso cuando el local está a tope. Te explican la carta con gusto, te aconsejan si dudas, y están pendientes sin agobiar. Se nota que hay buen ambiente entre ellos y eso se transmite al cliente. La carta es muy completa: desayunos variados, platos para picar, comidas más elaboradas, y una selección de cócteles y helados ideal para la tarde o noche. Todo lo que probamos estaba riquísimo, bien presentado y servido sin esperas. El espacio es amplio, cómodo y con vistas al mar. Perfecto para ir en pareja, con amigos o en familia. Y si pillas una hamaca o un rincón en la zona chill out… no querrás irte. Volveré sin duda. No solo por la comida o el sitio, sino porque da gusto que te atienda gente que realmente disfruta haciendo bien su trabajo. ¡Gracias por el buen rato!

Sitio muy apacible y bonito aunque las sillas son algo incómodas. La comida está bien aunque algo escasa por el precio que tiene.

Un sitio muy cómodo y de gran variedad a la hora de tomar un postre o un cóctel.

Suelo ir con mi familia y me encanta puedes bañarte en la playa, y luego tomarte algo allí, o cenar está super

Muy buen ambiente, las bebidas muy bien el único fallo el cachimbero de hoy, pedimos una cachimba la cual ponen con un "corta viento" el cual quitamos por qué eso lo único que hace es que se queme la cachimba y me viene el "cachimbero" y nos dice que no nos van a cambiar los carbones por quitarlo con esas palabras y con un tono de chulería y se va sin poder hablar con el, con la casualidad de que yo trabajo de lo mismo en una discoteca de Madrid, las cachimbas deberían tener una rejilla, provost o kaloud no con un corta vientos echo con papel de aluminio que como mucho sirve para encender la cachimba luego del exceso de calor se quema, encima los carbones encima del papel de aluminio sin ningún tipo de gestor de calor y nos vamos sin el cambio de carbones por sus narices una pena la verdad espero que el/la dueña le eche un ojo, si trabajas de cara al público tienes que tener otra actitud sino no trabajes, un saludo.

Buena música y buen ambiente. Muy agradable.

Buen ambiente, No recomiendo los mojitos que eran limonada con azucar blanca

No es la primera vez que voy ni será la última, el ambiente es extraordinario y las vistas a la playa fantásticas, los camarer@s muy amables y simpáticos, buena música

Pasamos un domingo desde primera hora de la mañana. Hicimos una reserva por teléfono días antes y sin problema. Como puntos positivos: - El sitio está muy bien y es cómodo, no había mucha gente al ser junio. - La cama alquilada para tres personas fue adecuada, incluso para 4 personas esta bien. - Los cócteles estaban ricos y son grandes para el precio que tienen. -El desayuno, las barritas son grandes. Puntos negativos: - El desayuno tardó más de 45 minutos en servirlo. - La paella no tenía sabor, no merece la pena. La pedimos con mucho tiempo de antelación y no tardo, pero no era hora punta de comidas. - La persona (una chica jovencita) encargada de los alquileres de camas y butacas y parece q también del local, fue desagradable y poco amable en su atención. - El toldo es compartido con otra cama, lo que puede generar conflictos si no se coordina bien para decidir si se quiere sol o sombra.

Hemos encontrado este chiringuito por causalidad . La verdad es que está bien montado , tiene unas tumbonas muy grandes y para ir en familia está bien. Hemos ido 2 días seguidos y podemos confirmar que el servicio es muy malo. El primer día no había casi nadie y aún así había que repetir las cosas varias veces, porque o se olvidaban o más sencillamente pasaban de ti. El segundo día volvimos y peor que nunca . Nos encerraron los ventanales porque decían que hacía aire , pero vamos a ver si yo me alquilo unas tumbonas en la playa es para estar al aire libre y tendré todo el derecho de que mi parcela me las dejáis abierta, pedí dos veces si me podían abrir mi ventanal pero me dijeron que no. Tumbada se estaba muy incómodo porque como no pasaba aire hacia un calor horrible, al final nos fuimos. La comida está muy normal, una pena porque el sitio está bien , pero no cuidan nada los detalles y los clientes .