Café Bar San Miguel en Valga

Buen producto y buen servicio. Parada recomendada en el Camino.

Pues sencillamente genial para peregrinos ,el caldo y la tortilla para flipar,y una terraza debajo del viñedo de encanto

¡Un lugar fresco y ordenado con excelente relación calidad-precio en comida y personal amable!

Muy buen servicio y lugar muy cool!

¡Sin duda, uno de mis lugares favoritos para comer! Pedí pasta vegana como parte del menú de peregrinos de 7 €, y la combinación de comida caliente, la pasta perfectamente cocinada y el hecho de que tuvieran una opción vegana (no soy vegana, pero suelo preferir las verduras, y mucho de lo que había comido antes era carne o ensalada) me encantó. La pasta estaba buena, con buena salsa y buenas verduras, y a un precio razonable. El personal fue encantador a pesar de lo lleno que estaba, y lo agradecí mucho. También puedes conseguir tu sello de credencial aquí; el diseño del sello también es uno de mis favoritos 🤭 ¡10/10! ¡Volvería si volviera a hacer el Camino Portugués!

Buen sitio para hacer la última paradita antes de llegar al final de etapa del Camino de Santiago. Tienen medio menú por 7 €, que está genial para reponer fuerzas sin dejarte el bolsillo. La terraza de la izquierda, cubierta con una parra de uvas, es un rincón perfecto para descansar un rato a la sombra y disfrutar del silencio. Servicio correcto y ambiente tranquilo. Ideal para peregrinos que buscan un pequeño respiro con algo fresco y buena sombra. Le doy 4 estrellas, bien merecidas.

Realmente agradable, acogedor y sabroso. Un lugar perfecto para que los peregrinos se detengan.

Una parada en el camino obligatoria para almorzar y reponer fuerzas. Increíble la comida

¡Comida espectacular! Las lentejas estaban buenísimas. ¡La tortilla de patata y huevo estaba perfecta hasta el último bocado! Nos sentamos bajo las parras del patio superior.

Un restaurante acogedor para peregrinos y viajeros, con comida casera típica de Galicia. Platos abundantes, sabrosos y bien preparados, perfectos para recuperar fuerzas en el Camino. El trato es cercano y amable, se nota la hospitalidad gallega. Ideal para probar la comida típica de la zona y pasar un rato agradable