Desde que fui por primera vez a este bar, no frecuento otro en el barrio. El motivo es bien simple. Me encanta el ambiente y la clientela que lo frecuenta. Dicho esto, tengo que mencionar la disposición en agradar a la clientela por parte de Tere, sin olvidar su exquisito gusto en la elaboración de unos pintxos sencillos pero muy sabrosos. Una ocasión para comprobar lo que digo son los viernes con el PotePintxo a un euro , sin olvidar la tortilla con/sin cebolla.