Cafe Bar Abertal en Torrelavega

Si el comentario fuera en referencia a lo que representa, se traduciría en un bar más de tantos. Pero a un negocio le hace especial todo lo que le rodea, y éste en cuestión, está muy bien acompañado. En primer lugar por una chica muy divertida, Clara si no me equivoco, que hace que te sientas cómodo, como si nos conociéramos de todas la vida, lo cual hace tu estancia más cómoda y amena. Después está la variedad de sus platos, y la calidad y la cantidad de los mismos, algo que cada día es menos habitual en hostelería. Como colofón, amigos y amigas celíacos, toda su carta está preparada para vosotros, todo sin gluten, todo buenísimo, y mucho de ellos, no sé si todo, gracias a Paula, la madre de Clara, cuyas croquetas resaltan por encima del resto de sus buenísimos platos. Un acierto total, al que no fallaremos en próximas visitas a Cantabria. Muchas gracias por todo.

Este sitio ha sido todo un descubrimiento aunque no se encuentre en una zona ni en un enclave especialmente turistici de Cantabria pero la amabilidad, la atención, la empatía que hemos recibido por parte de Paula, la propietaria, hace que salgas satisfecha de este lugar. Comida sin gluten. 100% seguro, sensibilidad con el tema sin tenerlo en su entorno, que ya de por sí es de agradecer. A destacar las croquetas caseras hechas por ella, las pizzas muy ricas y contundentes, tarta de queso deliciosa y en su punto así como las rosquillas que nos pedimos para llevar. Hemos salido encantados con el servicio que nos ha brindado. Es de agradecer la implicación en el mundo gluten free. Gracias y hasta pronto.

La comida muy buena, y encima con muchas opciones sin gluten. Un buen servicio que resulta cercano y acogedor. Y para acabar, una especial mención a la cocinera Paula, y a Clara.

Quería felicitar a la cocinera , todo riquísimo , nos ha encantado somos 4 celíacos , también felicitar a Clara por su simpatía y lo agusto que nos ha hecho sentir , nos aconsejó muy bien .

Disfrutamos mucho con una carta completa sin gluten la camarera Clara súper simpática y lo recomiendo totalmente. No os vayáis sin probar las croquetas y la tarta de queso.

Hemos estado tres personas, dos de ellos celíacos y hemos un tomado un vermut perfecto, con croquetas buenísimas y calamares deliciosos. La dueña, Paula, muy agradable y sensibilizada con la intolerancia. Se agradece encontrar sitios donde comer con tranquilidad los celíacos. Volveremos sin duda a probar las hamburguesas.

Comida buenísima y a muy buen precio con buenas cantidades. Majísimas las chicas que te atienden pero algo lento el servicio

Muy buen sitio buen ambiente camareras majas y te sirven las cosas rápidas y bien sitio para pasar el rato y hablar y comer

Muy bueno fue atendido rápido me sirvieron todo estuvo rico y buen sitio para hablar y comer recomendado para pasar un buen rato

el mejor bar sin duda comida buenísima y sin gluten muy recomendado :)