Caelum en Barcelona

Citio muy bonito, antiguo, limpio, con diseño, venden productos que hacen monjas en monasterio. Servicio excelente. Pero precio muy elevado

Llevo viniendo aquí unos 7 años, al menos una vez cada dos semanas. ¡Todo en este lugar es fantástico! El lugar perfecto para refrescarse o calentarse según la temporada, y elegir entre los pasteles más deliciosos y una gran variedad de bebidas. ¡Me encanta este lugar!

Excelentes pasteles, servicio agradable y un ambiente muy acogedor y lindo.

Un lugar mágico y auténtico en el corazón de Barcelona. Esta es una de las pastelerías más encantadoras y únicas en las que he estado. En la entrada, encontrarás una encantadora selección de productos artesanales elaborados por monjes y monjas, bellamente expuestos y disponibles para la compra: un detalle único y conmovedor que marca la pauta de toda la experiencia. Al adentrarte un poco más, entrarás en el corazón de la pastelería: un espacio acogedor con mesas rodeadas de una gran variedad de pasteles, todos bellamente presentados tras una vitrina. Simplemente puedes mirar, señalar y elegir lo que quieras: todo está recién hecho y el sabor está a la altura de su atractivo visual. El café es excelente y el personal es amable y atento. Caelum es una visita obligada en Barcelona si buscas algo tradicional, conmovedor y delicioso.

Muy bien. Un pequeño y excelente consejo para conocer Barcelona.

Normalmente, si viajas y tienes poco tiempo, no eliges ir a un lugar más de una vez, porque lo correcto es descubrir cosas nuevas. Descubrimos este lugar por casualidad y volvimos al día siguiente. 😊 Se sirven postres y cafés deliciosos en un ambiente encantador y tranquilo, y nos encantó. ❤️

La verdad es que es precioso y el lugar es relajante (el lugar es para relajarse)

Lugar precioso con encanto, muy recargada en la loncha y dulces. Pequeño para tomar algo porque siempre está lleno de gente, pero vale la pena esperarse

Un local con historia y una decoración muy acogedora. Los pasteles y los dulces exquisitos. Nos gusto mucho hasta que al salir nos dimos cuenta que justo delante de la puerta hay una rejilla que da al piso de abajo, justo encima de la barra donde se sirve el cafe y alguna mesa, lo encontre totalmente antihigiénico, ya que al entrar o al salir dejas caer toda la porqueria de la suela de los zapatos. Creo que tienen que solucionar este problema tan desagradable.

Cafetería acogedora con encanto situado en el casco antigua de Barcelona. Personal muy amable tanto en tienda como en cafetería. Muy recomendable.