Ca n'Alexandre Cafe en Palma de Mallorca

Hotel muy centrico, con un rollo boutique, muy bonito. El staff muy simpático. Super bien ubicado

Gran hotel céntrico, de fácil acceso desde el aeropuerto. Renovado con buen gusto, toque individual, diseño sencillo y auténtico. Camas cómodas, pequeña logia en la habitación. Rico desayuno buffet, posible sin gluten. ¡Mujer particularmente amigable que sirve en el buffet! ¡Especialidades regionales!

Tuvimos una estancia encantadora en este hotel. Habitación muy amplia equipada con todo lo necesario para una estancia corta. El hotel está decorado con mucho gusto. El personal fue muy amable y acogedor. El desayuno buffet en particular fue excelente. Nuestra única preocupación era que había ruido de otros huéspedes por la noche: portazos, gritos, música alta, etc. Apreciamos que no sea culpa del hotel, pero el aislamiento acústico parecía deficiente.

Gran y moderno hotel justo en el centro de Palma. Personal muy agradable y un fantástico y rico desayuno buffet que incluye platos típicos de la zona. Las habitaciones y el hotel tienen un diseño muy atractivo y están muy limpios. Todos los empleados son muy amables y serviciales. Teníamos una habitación con terraza, lo cual es muy recomendable. Las habitaciones son relativamente pequeñas, pero no necesitábamos más porque viajábamos mucho. Hay agua gratis y el comedor se limpia a diario. En las inmediaciones hay un aparcamiento donde podemos aparcar nuestro coche de alquiler. Considerándolo todo perfecto. Volveríamos 😍

El hotel está situado justo en el casco antiguo de Palma. Estaba a tiro de piedra de todos los lugares de interés. Teníamos una pequeña habitación doble con una ventana que daba al patio interior. Esto lo hizo muy silencioso. Como habíamos reservado sin desayuno, tuvimos que atendernos nosotros mismos. Esto no fue un problema ya que Palma está llena de panaderías y cafeterías. En la propia habitación había un minibar y un hervidor con tazas y bolsitas de té. Sólo el agua tibia de la ducha solo salía en gotas.

La habitación fue recientemente renovada y estaba muy limpia, sin embargo, quitando una estrella debido al mal aislamiento del ruido, los huéspedes nos despertaban en los pasillos a altas horas de la noche. El desayuno buffet era fantástico y definitivamente valía la pena los 14 EUR.

Me gustó el ambiente del hotel, así que llegué tarde en la noche y reservé un lugar barato para quedarme por un día, y fue muy agradable. Destacaron la sensación de resort, la atención al detalle y los pequeños detalles respetuosos con el medio ambiente. Todo el personal es amable también. Había muchos enchufes y puertos de carga, y la cama era muy espaciosa y cómoda. Sin embargo, debido a problemas técnicos, hubo un corte de luz y de agua la mañana del check-out, por lo que tuve que irme sin siquiera poder lavarme. El ascensor también se detuvo, así que tuve que cargar mi maleta pesada hasta el tercer piso. Fue una lástima que no pude ducharme porque se acabó el agua justo antes del check-out. La primera impresión fue muy buena, pero el final fue decepcionante.

Mi hotel favorito en el centro de Palma. Buena ubicación, camas cómodas, habitación bonita, un diseño muy sobrio y un buen desayuno. No puedo pedir nada más.

Pasamos dos noches en este encantador hotel urbano muy bien situado en pleno centro de Palma. Donde han cuidado hasta el más mínimo detalle en la decoración y servicio. Los desayunos deliciosos y el personal encantador, todo muy limpio y ordenado. Totalmente recomendable.

Recibimiento cordial, rápido y fácil. Habitación (203) pequeña pero suficiente para una estancia de una sola noche. La cama era cómoda pero corta para mi altura. Agua, cafés e infusiones de cortesía en la habitación. Ubicación céntrica, sin embargo, tranquila y silenciosa durante la noche. Merienda simple: fruta, mermeladas, panes, embutidos, quesos... y un rincón con productos locales (queso, sobrasada, aceitunas, pan moreno...): de hecho, aparte del nombre del establecimiento, ésta era l única muestra de "mallorquinidad". Ningún trabajador se dirigió a nosotros en catalán, aunque nos entendían (algunos con dificultades) en esta lengua, que, por otra parte, no estaba presente en ninguna de las comunicaciones escritas en el hotel, que usa el español y el inglés para relacionarse con los clientes; creo que el nulo uso de la lengua propia no ocurre en ninguna otra parte del mundo. Es un punto que creo que debe cambiarse para mejorar. ¡Sería tan sencillo hacerlo! En la merienda eché de menos a los cruasanes (o ensaimadas, o coquetas de patata): ¡no había! Toda la parte dulce era industrial. Además, una sola persona debía hacerse cargo de toda la sala de la merienda: no daba abasto aunque se esforzaba por tenerlo todo a punto. Creo que debería haber más personal destinado a esta tarea. Tanto los espacios comunes como la habitación se mantienen en buen estado. La decoración y el ambiente son agradables.