Ca l'Estragues's en Rupit i Pruit

Nosotros vinimos al hermoso pueblo de rupit y comimos en este restaurante ya que era el único que aunque no tuvieras reserva teníamos que hacer la cola y nos atendieron. Servicio excelente, los camareros en todo momento pendientes de nosotros. Comida precio - calidad, casera como han dicho y muy buen ambiente. Nos recomendaron un vino blanco y la verdad nos ha encantado. Nosotros pedimos; Salsa Ali oli casero buenísimo, pan con tomate, entrecot, parrillada, garbanzo con panceta, canelones. Nos permitieron tomar el postre en la terraza y agradecermos las buenas vistas. De postre crema catalana y miel con mato

Servicio súper amable, el ambiente es muy acogedor y la comida está buenísima, definitivamente volveremos!

Mi familia y yo recomendamos mucho comer en este restaurante, un 10 para la comida. Carlos el dueño fue encantador y los canelones de la abuela espectaculares. Además de buena calidad en las viandas, la cantidad y elaboración de entrecot lo recordaremos siempre. Un abrazo desde Madrid.

Al no tener reserva, ya que sólo dejan reservar la primera tanda hemos tenido que esperar unos 30 minutos a que el primer turno fuera saliendo, hasta aquí todo bien. Íbamos con expectativas altas por los buenos comentarios, pero el arroz en la cazuela era bastante insípido y la ternera con setas correcta quizás algo seca, sin nada que destacar. Tienen un menú por 21€ que no incluye bebida, que por ser un festivo no está mal. Buen servicio pero esperaba más de la comida. Recomiendo reservar en un fin de semana o día festivo sino desea esperar

Gran servicio. Sitio acogedor. Muy buena comida

Después de pasear por las calles de piedra de Rupit, paramos a comer en Ca l’Estragués, un restaurante con ese encanto rústico que te hace sentir como en casa nada más cruzar la puerta. La elección no pudo ser mejor. Empezamos con unos entrantes sencillos pero sabrosos: pan con tomate, un buen all i oli casero y una deliciosa samfaina que nos supo a cocina de verdad, de la de toda la vida. El pan crujiente, el ajo potente pero equilibrado, y la samfaina con ese punto justo de dulzor y aceite... todo muy bien cuidado. Como platos principales, compartimos dos parrilladas de carne que venían generosas y en su punto, con sabor auténtico a brasa, y un arroz caldoso de mar y montaña que fue una sorpresa: sabroso, bien ligado, con ingredientes frescos y ese equilibrio entre el mar y el bosque que solo se consigue con cariño y buen producto. De postre no nos resistimos al pastel de queso, cremoso y ligero, y a un clásico que nunca falla: mel i mató, sencillo pero reconfortante. Todo, absolutamente todo, tenía ese sello de cocina casera hecha con mimo. El trato fue inmejorable. El dueño fue cercano, amable, atento en todo momento, y se notaba que le apasiona lo que hace. Nos fuimos con el estómago lleno, el corazón contento y la sensación de haber comido en uno de esos sitios que dejan huella. Sin duda, volveremos.

¡El menú está muy bueno y la cocina la cuecen con carbón y leña! ¡Es muy auténtico! ¡La terraza tiene muy buenas vistas para tomar el café! Y los dueños y personal muy amables!!

Espectacular. Hemos ido 12 personas a comer y nos ha encantado la comida. Hemos comido muy bien. Además los dueños han sido súper agradables con todos nosotros y con los niños. Muy agradable todo.

No encontrarás un restaurante rural catalán más auténtico en ningún lugar. Cinco generaciones de familia han dirigido este fantástico lugar que existe desde 1800. Mamá y abuela dirigen la cocina. Gran servicio, excelente comida, historias grises de nuestro camarero (el hijo). Fue una experiencia increíble simplemente almorzar allí.

Comimos ayer, pasando el día en RuPit. Embutidos de allí para compartir (muy buena longaniza) y cordero de Cantonigrós para los dos. El cordero es de lo mejor que he probado en tiempo y suelo comer cordero lechal, no cualquiera. Tarta de queso espectacular y crema catalana muy rica. Con un Ribera de Duero salimos a 74 los dos. Muy recomendable!