Bury Restaurante en Lopera

Comida espectacular, especialmente las gllozas de ciervo y la tarta de queso(espectacular)

Restaurante precioso con una atención inmejorable. La comida riquísima, sobre todo el tartar de salchichón y la tarta de queso. Además, Nos dejaron entrar con nuestros dos perritos. Todo un acierto!

Restaurante de 10. Atención inmejorable, sitio idóneo para ir con familia o amigos a disfrutar de su magnífica carta. Recomendado al 100%.

Mesas sin manteles: poco presentable y poco higiénico. Cocina lenta

Ambiente muy agradable y comida andaluza con toques árabes. Todo muy rico y el personal atento y amable en todo momento.

Llevaba tiempo queriendo probar el restaurante **Bury** y finalmente organicé una ruta turística por Baños de la Encina como “excusa” perfecta para comer allí. Desde el primer momento la experiencia fue impecable: comenzamos con un delicioso aceite de la tierra acompañado de pan, un detalle que nos encanta, mientras iban llegando los platos en su orden perfecto. Primero, un paté de perdiz sencillamente espectacular. Continuamos con el dúo de croquetas, cuya recomendación sobre el orden en que comerlas fue todo un acierto. Después llegaron las gyozas de ciervo, las albóndigas de ciervo y el lagarto de cerdo ibérico, todos con un sabor magnífico. El broche final fue una tarta de chocolate en texturas, increíble y adictiva. Salí pensando ya en cuándo organizaré mi próxima visita a este precioso pueblo… porque sin duda volveré para seguir descubriendo más platos de su maravillosa carta. Un lugar para disfrutar con calma, saborear y repetir.

Fuimos sin referencias únicamente porque nos llamó la atención una experiencia gastronómica de ese nivel en un pueblo tan pequeño. Fantástica la comida y fantástico el servicio. Recomiendo el gamo y la tarta de queso especialmente.

Restaurante singular en un entorno precioso. La decoración es bastante agradable, buena acústica. Servicio mejorable, aunque correcto. Por momentos estuvimos algo desatendidos. Detalles en la mesa a mejorar, no hay mantel, la servilleta es de papel. La mesa estaba pegajosa, creemos que por un barnizado, pero si luego los cubiertos van directamente a la mesa no da buen resultado. Los asientos eran muy cómodos. Carta de vinos a mejorar, aunque se agradecen las referencias locales. Comida, lo mejor sin duda. Tomamos el menú degustación, elaborado y aumentando en sabores y detalles. Salimos satisfechos y saciados. El postre lo anuncian como la mejor tarta de queso del mundo, para mí podría perfectamente serlo, desde luego la mejor que yo he probado. En definitiva una experiencia muy buena, con detalles que seguro van a mejorar con el tiempo, mi enhorabuena especialmente a la cocina.

Ambiente agradable , excelente ubicación , muy buena atención. Buena experiencia para conocer pero quizás no para repetir.

Cocina tradicional con toques vanguardistas, toda una experiencia