Burger King - Balmes en Ripollet

Comida buena pero mucha tardanza.

Las hamburguesas estaban bastante frías, y no es que fuera un pedido a domicilio.

Muy buena experiencia. A veces van un poco lentos porque hay poco personal, pero el trato es excelente. Unai, un chico con gafas, me atendió con muchísima paciencia. Soy la chica a la que le preguntaste si veníamos de cumpleaños, porque habíamos ido dos veces seguidas. ¡Gracias y sigue así!

El combo de nuguets, alitas de pollo y bolas de queso me costó 12 euros y pico y me vino prácticamente vacío, me sorprendí al ver lo vacío que estaba para lo que me costó, no sé si fue un error pero me molestó la verdad

Los trabajadores son muy amables

Le doy 3 estrallas por qué lo hacen esperar demasiado y cuando uno va ni si quiera lo vuelven a ver ...

Estuve el pasado Domingo sobre las 22:30 y me atendieron con toda la amabilidad del mundo, especialmente Dani, fue muy amable, cariñoso, respetuoso, trabajador, atento, rapido, sonriente, enérgico, gracioso y formal. La comida me la entregó el mismo y vino al punto de calentita. todo exquisito, lo unico que al salir un yonki me pidió un euro.

¡Absolutamente la mejor experiencia en Burger King que he tenido en mucho tiempo! Desde el momento en que crucé la puerta del Burger King de Ripollet, me sentí bienvenido y con una energía súper positiva. El ambiente era alegre y acogedor, ¡daba gusto estar allí! El chico que me atendió en la caja, un muchacho muy simpático, fue increíblemente amable y atento. Me saludó con una sonrisa genuina y se tomó su tiempo para asegurarse de que mi pedido fuera perfecto. ¡Incluso me recomendó unas patatas fritas con un sazonador especial que estaban de rechupete! La comida llegó rapidísimo y estaba deliciosa. Mi hamburguesa estaba jugosísima y con todos los ingredientes frescos y en su punto. ¡Se notaba que la habían preparado con cariño! Y esas patatas... ¡madre mía, qué sabor! Crujientes por fuera y suaves por dentro, con ese toque especial que las hacía irresistibles. Mientras disfrutaba de mi comida, pude observar cómo el resto del equipo trabajaba con una sonrisa y muy buen rollo. Se notaba que había un ambiente de trabajo positivo y eso se transmitía a los clientes. ¡Incluso vi a uno de los empleados ayudar a una señora mayor con su bandeja! Si eres de los que disfrutan de una buena hamburguesa en un lugar donde te atienden con alegría y te hacen sentir como en casa, ¡no lo dudes ni un segundo y visita el Burger King de Ripollet! Te aseguro que saldrás de allí con una sonrisa en la cara y con ganas de volver. ¡Yo ya estoy deseando mi próxima visita! ¡Este Burger King sí que sabe cómo hacer las cosas bien!

El servicio es más rápido y los trabajadores son muy amables. Los cumpleaños muy completos.

Muy bien cerbisio y rica la comía