Brasayleña - Plaza Río 2 en Madrid

Excelente servicio y la comida deliciosa

Buena atención! Ambiente muy agradable

Nos atendio Kevin con buen trato, amabilidad y muy buen servicio. La comida muy buena y el precio acorde a la calidad. Volvería a repetir

Muy buena experiencia para cenar, el camarero Kevin estaba siempre atento de traernos los mejores trozos de carne.

La experiencia fue buena gracias a JUAN, que siempre estuvo atento de nuestra mesa y nos ofreció y preguntó sobre las carnes que queríamos, muchas gracias, solo por su atención mereció la pena.

Muy buen trato el de wirmar que sigan así. Me encantó este brazayleña porque he costados otros y nada en comparación con este la calidad y el trato .

Buen servicio siempre que vengo de Wilman! Excelente

Ainhoa es muy atenta nos trató bien,volveremos

La comida estaba buena, aunque las porciones nos parecieron pequeñas dado su precio.

Somos clientes habituales y hemos visto que ahora puedes entrar al restaurante con el perro. Me parece bien, pero cuál fue mi mal estar? Cuando veo a una pareja que daba de comer a su perro. Trozo de carne que le llegaba al chico, mitad para él y mitad para su perro. Entonces se lo he comento al encargado, ya que cuando llevé a mi nieto de 5 años y digo que él no va a comer, me dicen que tengo que cogerle un menú infantil. Y prácticamente mi nieto solo se comió unas cucharas de arroz por obligación. Y me dice el encargado que él no ve que le esten dando de comer al perro y que no puedo comparar al animal con un niño. A lo que yo le respondo, que está bien que permitan entrar al perro pero que deberian indicar a los dueños que no pueden darles de comer, por qué en la mesa en cuestión estaban comiendo entre 3 o en caso contrario obligarles a pagar un plus o que paguen un menú infantil como el que pagué yo, aunque mi nieto no tenia ganas de comer. Y claro que no hay comparación entre mi nieto y el perro, yo al niño no puedo dejarle solo en casa, ellos al perro, SI. Solo por aclarar, tengo una perrita pequeñita a la que quiero con locura, pero soy consciente que no puedo llevarla y darla de comer a un rodizio y menos aún como en éste caso a uno grande como lo es un pitbull blue y sin bozal como exige la ley hoy día.