Bodegas Viña Elena en Jumilla

Visité está bodega con la cata de vinos y comida incluida (Visita+ almuerzo campero). La visita fue completa y muy cercana. La bodega es muy entrañable y familiar. Y tanto la cata como la comida estuvieron estupendas. Merece mucho la pena la visita por la casa familiar (ahora restaurante) una mezcla perfecta entre tradición y vanguardia. Muy recomendable.

Llegamos hasta este lugar sin saber lo que nos íbamos a encontrar. Hemos descubierto a un equipo de personas maravillosas que hacen vinos increíbles, aoves para deleitarse y gastronomía de autor. Componiendo una sinfonía perfecta bajo la batuta de Elena, que convierte ese lugar en un descubrimiento para los sentidos. Se respira paz y armonía por cada rincón. Nos volveremos a ver y hablaremos de lo vivido allí. Muchas gracias por todo, por tanto...

Bodegas Viña Elena ofrece una experiencia integral que abraza historia, arquitectura, vino y gastronomía familiar con un toque contemporáneo. Es ideal para quienes buscan conectar con las raíces del vino de Jumilla, deleitarse con sabores auténticos y vivir una visita cálida y llena de personalidad. Si deseas una escapada inolvidable entre viñas y buena mesa, este es sin duda un destino imprescindible. Volveremos seguro con mas amigos. Por cierto, muy recomendable su vermut, pidelo

Es una bodega familiar y así te hacen sentir. Nos encantó el cariño con el que Ana habla de su historia. Además los vinos muy buenos, y la comida espectacular en un sitio de diez. Para repetir.

Bodega familiar, cercana y entrañable. Cuidan todos los detalles durante la visita y la comida y maridaje. Un espectáculo para repetir en pareja o con amigos. Volveremos seguro

Ha sido mi primera experiencia en un maridaje, y no podría estar más agradecido de que haya sido en las Bodegas Viña Elena. El entorno es excepcional, y la explicación durante toda la visita fue magnífica. Se nota que no solo les apasiona el vino, sino que lo viven profundamente; forma parte de sus vidas. Al tratarse de una bodega familiar, se aprecia el cariño, la delicadeza y la ilusión que ponen en cada pequeño detalle, y eso es verdaderamente hermoso. Durante toda la visita nos ofrecieron un trato muy cercano, explicando todo con claridad y resolviendo cualquier duda que nos surgía. Personalmente, me han descubierto un mundo completamente nuevo que no sabía que tenía tan cerca… y que es tan bonito.

Ha sido una experiencia magnífica,que repetiré en breve. Muy aconsejable

Toda nuestra estancia resumida en una palabra, ESPECTACULAR. Cuidando cada detalle. Eso es tener amor por el trabajo que se hace. Muchas gracias

Visitamos la Bodega Villa Elena hace unas semanas para una ocasión muy especial: el 60 cumpleaños de mi padre, y, sinceramente, pasamos un día inolvidable. El recorrido fue fascinante, repleto de la rica historia del viñedo y el proceso de elaboración del vino. Nuestra guía, María, fue muy cálida y encantadora; sentía una verdadera pasión por el lugar y se notaba su estrecha relación con la familia que lo regenta. La cata fue la mejor que he tenido. Elegimos la cata completa con maridaje, y cada plato estaba espectacular: cocina clásica española con un toque refinado. Los maridajes de vinos fueron perfectos, y nos encantó especialmente el vino elaborado especialmente para los huéspedes del viñedo. ¡Un detalle muy considerado! El entorno era mágico, y cada invitado tenía su propia habitación en la casa original. Se sentía increíblemente íntimo y personal. Totalmente recomendable: una relación calidad-precio fantástica y una experiencia verdaderamente memorable.

Visité Bodega Villa Elena con mis suegros hace poco para celebrar un cumpleaños importante, ¡y qué decisión tan fantástica! El día transcurrió de principio a fin, desde la encantadora visita a los viñedos hasta la excepcional cata. María, nuestra guía, fue un placer. Fue amable, muy conocedora e hizo que todos se sintieran como en casa. Su pasión por los viñedos era contagiosa. Optamos por el menú degustación más grande con comida, y la verdad es que fue un sueño. Cada plato maridaba a la perfección con los vinos, y el entorno (salones privados en la antigua casa) hizo que la experiencia fuera increíblemente especial. Una de las mejores experiencias gastronómicas y vinícolas que he tenido en España.