Se jubilan, la venden y desde hace cincuenta años que la conozco, sigue con la misma o similar decoración.
La esencia siempre han sido los porrones de vino o cerveza y los bocadillos de bonito con varias combinaciones.
Quedaros, sois muy importantes para Bilbao
Clásico del vermuth y de las cañas de la noche bilbaína. Precios muy ajustados, poca variedad de comer pero que casa perfectamente.con una caña o el vermuth que te tomes. El servicio rápido y ágil. Una bodega como las de tiempo atrás.