Blanco Hotel Formentera en Formentera

Una experiencia gastronómica inolvidable en el corazón de Formentera. Desde el primer momento, el equipo del restaurante de Blanco Hotel te hace sentir como en casa, pero con un nivel de atención digno de los mejores destinos gourmet del Mediterráneo. El servicio ofrecido por los camareros Jorge y Aleix es, sencillamente, impecable. Con una mezcla perfecta de profesionalismo, calidez y atención al detalle, ambos convierten cada comida en una experiencia personalizada. Su cercanía, conocimiento del menú y genuino interés en el bienestar de los comensales elevan el servicio a un nivel excepcional. Pero si hay algo que realmente brilla con luz propia es la cocina del chef Efrén. Su propuesta culinaria es una auténtica obra de arte. Cada plato destaca por una presentación meticulosa y sofisticada, y por una calidad de producto insuperable. La armonía entre sabores mediterráneos con toques creativos revela un dominio absoluto de la técnica y una sensibilidad especial hacia el producto local. Cada bocado es un viaje sensorial que demuestra pasión, experiencia y una visión gastronómica moderna y refinada. En resumen, el restaurante del Blanco Hotel Formentera no solo cumple con las expectativas: las supera con creces. Un lugar donde el servicio y la alta cocina se encuentran en su máxima expresión. Totalmente recomendable para quienes buscan una experiencia culinaria memorable en la isla.

Hotel Blanco es un lugar pensado para desconectar y cuidarte. Desde las clases de yoga al amanecer hasta las actividades relajantes durante el día, todo está orientado a que el cuerpo y la mente encuentren calma. El personal es de lo mejor, siempre atentos y con un trato que me hizo sentir como un auténtico marqués —y eso que yo venía con espíritu vikingo, preparado para el combate. La decoración es fiel a su nombre: muchísimo blanco, casi celestial, aunque a mí me da ganas de colgar un escudo y un par de cuernos para darle color. Aun así, estoy encantado: es un hotel donde se respira paz, orden y buen rollo. Volvería sin dudarlo, aunque esta vez con gafas de sol para tanto blanco.

He estado allí 3 veces. Perfecto.

Hemos estado muy bien. El hotel es muy bonito, habitaciones muy completas, bonitas y limipas. El personal un 12. Todas las personas desde recepción, bar, desayuno, toallas, socorrista han sido serviciales, agradables y siempre con una sonrisa. El hotel tiene un buffet de desayuno riquísimo, con horariod amplios, una piscina preciosa, gimnasio correcto. Lo mejor ha sido que te ofrecen toalla para piscina o playa, un cesto para las cositas y cuando dejas la habitación puedes disponer de ellos y ducharte sin problemas oara abandonar el hotel duchado para ir al aeropuerto. Volveré seguro.

Quiero agradecer a todo el personal del Hotel Blanco de Formentera por nuestra impecable estancia. La limpieza de las habitaciones y las zonas comunes es excelente, con atención al detalle. El personal es extremadamente amable, servicial y siempre dispuesto a atender cualquier petición con profesionalidad y cortesía. Gracias por hacer nuestra estancia tan agradable. ¡Estaremos encantados de volver!

Realizamos un evento en el Rte.Blanco , el trato recibido y la comida fue excepcional !! En todo momento bien atendidos y sin faltar detalle! Gracias a su directora Carmen Esquivias, por toda la información indicada y por atender a todas nuestras necesidades. Gracias a todo el equipo del restaurante y piscina !! Volveremos !! Un saludo Rocío

Todo limpísimo y más teniendo en cuenta que esta a pie de playa. El servicio magnífico siempre atentos desde el desayuno a la cena y recalco el servicio de limpieza. El restaurante increíble repetimos 2 noches de nuestra estancia porque la calidad de la comida y el chef es de lo mejor de la isla. Recomendación personal los Ravioli y la presa ibérica.

El mejor hotel que he ido nunca, todo precioso, personal perfecto, y la habitación perfecta. Dos plantas de habitación con jacuzzi. Muy bien, diez de diez 💗

El Hotel Blanco Formentera es un oasis de elegancia y tranquilidad en el corazón de la isla. Habitaciones amplias, luminosas y elegantemente amuebladas, con lujosas camas y terrazas privadas, ofrecen un confort absoluto. El abundante y variado desayuno incluye fruta fresca, repostería casera y opciones saludables, que se pueden disfrutar junto a la piscina o en la terraza. El atento y sonriente personal hace que cada momento sea especial. Perfecto para quienes buscan relajación, romance y estilo.

Cada año paso por este restaurante a probar los platos nuevos de la carta. Tengo que decir que siempre me sorprende todo espectacularmente bueno, el pato una fantasía, la Vieira riquísima y el atún una locura. El postre nuevo pan con chocolate me dejó sin palabras muy sorprendida. Felicitaciones a los cocineros.