Binifadet en Sant Lluís

Ubicación impresionante, comida excelente, concepto brillante. Disfrute de los frutos de su éxito mientras saborea platos clásicos. El personal es eficiente y atento. Esta es nuestra cuarta visita.

Un lugar muy bonito aquí en Menorca. Visitamos la bodega por la noche y cenamos. Las reservas online y la recepción funcionaron de maravilla. El personal es muy amable en este establecimiento. El jardín está bellamente diseñado y conecta el restaurante con el viñedo. El personal también habla inglés con fluidez para atender pedidos y peticiones de clientes que no hablan español. La reducción de una estrella se debe a: - Los vinos están bien, pero nada especial para los amantes del vino. La artesanía sigue siendo de primera categoría; por favor, no me malinterpreten. - El servicio necesita mejorar un poco en este rango de precios. La comida se sirve desde la derecha, no al otro lado de la mesa. Los camareros rellenan las botellas de vino sin dejar que el cliente lo haga. En esta ocasión, también preguntan si pueden traer agua u otra botella. Sobre todo con niños, hay que asegurarse de que siempre tengan suficiente para beber. Podrían ser más atentos y, de hecho, generar más ingresos. Después de servir el plato principal, ningún camarero vuelve a la mesa. Pagar en la barra: Lo siento, no está en este rango de precios. - ...y eso nos lleva al tema de la facturación. Claramente están intentando establecer un restaurante aquí que cumpla con los estándares centroeuropeos. Un buen servicio y una buena comida cuestan dinero. Se nota en la cuenta: entre un 30 y un 40 % más cara que en el resto de la isla. En resumen, ¡una experiencia maravillosa y una velada fantástica!

¡Muy buen restaurante y obviamente buenos vinos a precios razonables!

Hemos hecho una visita guiada por la bodega con la guía Olga, nos ha encantado el lugar y la degustación de vinos. Olga hizo la visita muy entretenida con información y anécdotas. Muy recomendable!

El sitio es realmente precioso. La terraza también es preciosa, con vistas a los viñedos. Esta finca produce un vino excelente, que disfrutamos durante toda la comida. El servicio es muy amable. La calidad de la comida es simplemente increíble. El mejor restaurante en el que he comido en la isla.

¡He ido 2 veces este verano y ha sido ESPECTACULAR! Muy recomendable realizar la visita guiada donde te cuentan la historia de la familia y los orígenes de los vinos en la isla, visita de la zona de producción y la zona de barricas (un lugar maravilloso) y acabar con una cata de 3 vinos! ¡Después cenar en esta maravillosa terraza que tiene un ambiente romántico, bucólico y tranquilo y eso lo combinas con una comida espectacular y un servicio inmejorable! Salmorejo, ensaimada de pimientos del piquillo, carpaccio de calabaza, ensalada de tomate ecológico (con un sabor espectacular), muslo de cordero a baja temperatura y el postre... tarta de chocolate con una textura muy cremosa y una taten de manzana y un toque de sobrasada con helado de vain ¡Repetiré SEGURO!

¡Una comida excelente! El entorno es muy agradable, rodeado de viñedos. Empezamos con unas croquetas: buenísimas, seguidas de un gazpacho (con naranja) muy fresco y original. Mi novio pidió pollo, generoso y muy bien cocinado, y yo pedí un filete magro, excelente. Recomiendo encarecidamente este sitio si estás en Menorca.

Increíble, experiencia para conocer las bodegas y tomar unos tremendos caldos de autor. Lo hemos acompañado unas croquetas que se deshacían en la boca y una tablita de queso riquísima. Muy atentos y volveremos en nuestra próxima vacaciones seguro. Tomar el vino en medio de las vides es una experiencia increíble.

Era una comida al mediodía, día muy caluroso, y nos ubicaron en una mesa donde tocaba parcialmente el sol. Lo curioso es que no estaba llena la terraza y había mesas completamente a la sombra. Pedimos cambiar de mesa, y aunque nos indicaron que lo consultarían, al final decidimos nosotros mantenernos en el sitio inicial. Pasamos calor. La comida fue deliciosa e innovadora, destacando el carpaccio de calabaza, y el postre de manzana y sobrassada. Los camareros muy atentos y solo un pequeño detalle, que nos trajeron primero los cafés antes que los postres, los cuales se demoraron un poco, Recomiendo ir, pero a lo mejor en días calurosos de pleno agosto, ir a cenar en lugar de comer.

Fuimos con la idea de pasar un buen rato entre vinos y buena comida, pero lo que vivimos superó con creces nuestras expectativas. La visita guiada fue interesantísima, gracias a Dani, que no solo nos contó a fondo la historia y los procesos de la bodega, sino que además lo transmite con una pasión y cercanía. La cata fue muy bien explicada y disfrutamos muchísimo cada vino. Pero lo que realmente nos dejó sin palabras fue la comida: cada plato estaba preparado con un mimo y una calidad excepcionales. El salmorejo, en particular, fue el mejor que he probado en mi vida. ¡Enhorabuena al chef! Y mención especial también para los camareros, siempre atentos y amables, cuidando cada detalle. Terminamos comprando una caja de vinos para seguir disfrutando en casa, y ya estamos deseando volver. Si estás en Menorca, no te lo pienses: esta experiencia es un imprescindible.