Baserri Maitea en Forua

Gran restaurante enclavado en un caserío antiguo. Lo que impacta nada más entrar es lo bien cuidado que está y al mismo tiempo como mantiene ese interior como los caseríos de antaño: todo en madera y con elementos de antaño y a la vez cierta elegancia y clasicismo: maravilloso. Detrás está Juan Antonio Zaldua, que lleva muchos años en el gremio y tuvo un mítico asador especializado en chuletas ubicado en Pedernales. Se nota en el buen hacer de la casa con una cocina de corte tradicional, buena materia prima y muchas elaboraciones en la parrilla que está en el comedor a la vista del comensal. Comimos a la carta todo para compartir entre dos: un surtido de croquetas, el begihaundi y chuleta con pimientos. Todo de buen nivel, las croquetas caseras, bastante cremosas y bien fritas, crujientes y sin exceso de aceite. Las mejores para mí las de gamba, con intenso sabor. A continuación el begihaundi, gran frescura y perfecto de punto: de textura muy buena: con mordida pero nada duro ni gomoso, venía acompado de una especie de pilpil maravilloso. Para terminar me gustó mucho la chuleta. Punto y temperatura muy buenos: tierna y con grasa buena, de sabor a carne pero no excesivamente intenso ni con una maduración larga. El gusto a brasa se percibe (casi hasta de más). Como colofón una torrija que viene con una salsa cítrica, de naranja. A mí que me gustan los cítricos me encantó: golosa, sin empalagar y jugosa a más no poder. El servicio fue correcto, sobrio algo seco pero con buena atención. En resumen, sitio para una buena comida, entorno bucólico perfecto para cualquier ocasión ya sea familiar, en parejas y hasta para bodas. El caserío es precioso y su terraza también para tomar algo antes de la comida. De precio es elevado pero la buena materia prima, elaboración con mimo, casera y el espacio hay que pagarlo.

No se puede hacer mejor. El entorno es un precioso caserío, el servicio es discreto y eficiente, la comida es deliciosa y la chuleta es la mejor chuleta que me he comido en mi vida. Y el godello que nos recomendó el propietario estaba delicioso, un excelente vino. El único "pero" son los postres, que están buenísimos, pero qeu creo que no hacen justicia al resto del menú. La tarta de queso está muy buena, pero ni de lejos es una tarta de queso como crees que debe ser una tarta de queso si has comido alguna vez una tarta de queso de La Viña. El pastelito de arroz con leche con helado de canela es una crema catalana. Está muy buena, deliciosa, pero es una crema catalana, de arroz con leche tiene poco. Y esto es lo único criticable, si es que hay algo que deba ser criticado. No soy un gourmet, pero sí un gran gourmand y como tal he probado y disfrutado una gran variedad de carnes, y con la seguridad que me da el haber comido carne a lo largo y ancho de España puedo asegurar y aseguro que el chuletón del Baserri es imbatible. Barato? No. Vale lo que cuesta? Hasta el último maldito centavo.

Excelente calidad precio y excelente servicio. Cualquier plato de la carta es un acierto seguro

No es la primera,ni será la última vez que vayamos a este restaurante, todo es de diez, servicio,comida y precio, todo va acorde.ME ENCANTA!!!!

Lugar encantador. Muy buena comida. Recomendable.

Espectacular! La comida excelente. No hay ni un pero q decir… no habíamos ido nunca y repetiremos seguro!

Un entorno único y lleno de naturaleza. La cocina es excelente , igual que el trato

Un lugar al que pronto volveré. El auténtico caserío vasco. Que encanto la calidad de conservación de este lugar. Impresionante las vigas con todas sus arrugas por antigüedad. Conservar un lugar así tiene un mérito increíble, a como eran antes los caseríos. O al menos mi me lo refleja. Pero más allá de la magia del lugar, la comida tiene un nivel top 🔝. La auténtica gastronomía de la zona la refleja tal cual. Es una parada fija si visitas el país vasco. Es de lo más auténtico.

Un sitio de 10. El restaurante es un antiguo caserio precioso. El interior es muy acogedor. La atención es muy buena. La espera entre platos es muy buena. Servicio muy rapido. Pedimos unos hongos, bombon de foie, croquetas variadas, entrecot y lenguado. Toda la comida espectacular. Si estas dispuesto a pagar por algo bueno, este es el lugar. Nos hemos ido encantadisimos en todos los aspectos. Una experiencia maravillosa.

Caserio típico Vasco súper bonito. Comimos en un rincon que era la antigua cocina muy acogedor, y el salón principal es precioso. Las almenas impresionantes, el mil hojas de morcillas riquísimo, los boletus con foie y las cocochas un delicatesen y el chuletón de los mejores que he comido en mi vida. Los postres que hay que pedirlos al principio perfectos, en mi caso una torrija que la llaman tostada de pan cremosa y deliciosa. Y para los niños tienen un jardín muy bonito y divertido.