Barq en Alicante

No me gusta poner malas reseñas, pero creo que a veces es necesario. El sitio estaba vacío a las 21.35. queríamos tomar algo rápido pues estuvimos en un concierto en el Marq. Pedimos tras una larga espera unas cervezas y unas tapas (bravas y ensaladilla) muy ricas. A la vez pedimos unos sandwiches por rapidez. Las cervezas y las tapas se sirve bien. Pero tras esperar un buen rato salen para informarnos que falta un ingrediente de su sandwich Club. Acedemos al cambio de ingrediente. Los 4 sandwiches vegetales con el pan aún congelado y quemado. Dos de nosotros lo pedimos que cambien el pan y así lo hacen. Cuando salen sigue el pan medio frío de estar congelado. Es un sándwich debe ir con el pan caliente. Los otros dos club tras el cambio de ingrediente llegan con el pan mejor pero los ingredientes quemados a lo que uno de nosotros tras intentar comerse lo, lo devuelve al camarero porque no estaba en condiciones. El camarero siempre dándonos la razón. No se cobra este sándwich. Pedimos los cafés y la cuenta para salir corriendo. El dueño debe revisar como servir los platos a los clientes. Es una pena pues el sitio tiene un enclave ideal.

Fuimos a desayunar por una despedida de soltera. Está todo muy bueno y tienen mucha variedad, hasta repostería casera. El personal es muy amable. Volveremos

Estuvimos allí alrededor de las 2 p. m. y el tiempo de espera fue extremadamente corto. Máximo 10 min. Bonita terraza al lado. Ubicación justo al lado del museo.

Excelente ubicación, buena comida.

Tomamos un café y un bocado ligero aquí en la terraza antes de nuestra visita al museo. La camarera fue muy amable al ayudarnos con el menú. El café fue realmente excelente. Un hermoso lugar con sombra bajo los árboles también.

Hemos ido a probar por recomendación de una amiga. Pedimos menú y la fideuá estaba pasada, nos lo cambiaron sin problema, pero la patatas a lo pobre llevaban demasiado aceite. Los segundos tenían buena pinta y estaban mejor. Sobre el menú, al menos lo que probamos, no nos gustó demasiado en términos generales. Las chicas que nos atendieron fueron bastante amables, eso sí. El local es grande y tiene terraza fuera. Menú 15€ con postre o café.

Buena comida y servicio muy rápido.

El servicio fue horrible, llegamos a las 15 y la camarera se acercó a nosotros 20 minutos después, después de que ya trabajaba en 3 mesas que vinieron detrás de nosotros. No sé si eso pasó porque éramos los únicos alemanes en el restaurante y a ella no le gustan los alemanes ni los extranjeros en general, pero en mi opinión eso no está bien. El café y la cerveza eran realmente buenos.

Este sitio hace un mes que ha cambiado de dueño y todo ha cambiado a mejor...

Es un restaurante dentro de un museo aunque con acceso desde el exterior. No me dice nada especial aunque bien atendido