Bar Vicente en Segovia

Vicente vicente .a donde va la gente.siempre dispuesto a sacar de un apuro a quien se encuentra en medio de segobia y con mucho agobio despues de lo difisil de aparcar pero El y sus trabajadores hasen que valga la pena .un 10 para su casa.

Un local de toda la vida con alma. No entiendo por qué la gente le da malas críticas. Es un típico café/restaurante antiguo donde se reúnen los veteranos. Me encantó. Si buscas un ambiente elegante y sofisticado, sigue buscando. Si quieres vivir la auténtica Segovia de la mano de los locales, este es tu sitio. Y para los que se quejan del mal servicio o de la mala educación... ¡Dejen de quejarse! Es un local de toda la vida, simplemente te tratan como a uno más, no es mala educación. Quizás necesiten más mimos de sus madres ☺️.

La comida es muy rica. Pedimos judiones, cochinillo, sopa de pescado, merluza en salsa de langostinos. Todo rico pero nos sirvieron casi frío. El servicio podría mejorar para que valga la pena probar la comida.

Que decir. Los camareros atentos. Hemos pedido una sopa de pescado con arroz y sopa castellana ambos sosos. De segundo un entrecot y un cochinillo. El cochinillo sin más. Pero el entrecot salado. Y lo peor había unos músicos que no sé cuántos vinos llevaban se ponen a tocas sus instrumentos saxo. Guitarra y no se que más instrumentos. Mucho ruido y no podíamos ni hablar. Se fueron cuando terminamos el segundo plato. Y que alivio. No volveremos.

Buen menú segoviano a buen precio

Muy sabroso, servicio rápido y amable.

Hemos estado 4 personas comiendo el menú de 35 euros y los judiones de la granja duros durísimos,el cochinillo bien y los postres bien también. En cuanto a la bebida entraba en el menú vino y agua y que no se le ocurra a nadie pedir casera para el vino pues por una casera de 500 mililitros nos clavaron 3'20 euros en fin para el menú que dan muy caro

Antes de poner mi reseña dejaré claro que, el propietario NO me paga nada y tampoco me hace descuento. Yo pongo mi sensación con el establecimiento y el trato recibido, si al propietario le gusta, bien si le interesa cómoda o molesta lo que tiene que hacer es esmerarse en el negocio. Si escucharon la expresión " Un quiero y no puedo" pues este es el mejor ejemplo, lleva el nombre de restaurante pero con el de bar ya va sobrado. Al llegar me encuentro la silla de la mesa que hemos reservado con restos de pan, lo dejo pasar, pero cuando cojo la servilleta y la veo con manchas ya eso indica como va a ser la experiencia, de hecho en el suelo papeles y en la celosía telas de araña, el baño habla por si solo. El local y el mobiliario antiguos, un cambio sería ideal. El servicio aceptable. La comida regular, pedimos consomé y estaba muy grasiento, no apetece tomarlo. Revuelto de verduras de la huerta (verduras de paquete hervidas) totalmente insípidas. Escalope con verduras, muy bien. Hablamos y no cobraron el revuelto pero mi mujer se quedó sin comer. Volver está claro que no volveremos.

Vinimos a la desesperada porque no encontrabamos ningun sitio, y la sorpresa fue grata. La comida muy buena, los camareros tambien muy bien. Pedimos menu Segoviano, con sopa castellana uno y el otro judiones y de segundo cochinillo y muy bien en relacion calidad/cantidad precio. Es un menu con primero, segundo, pan, bebida y postre por 35 euros pero tambien tenian un menu del dia por 14 euros.

Poca comida para lo q cobran......el vino q entra con el menú de 35 euros.q viene en jarra de barro MALISIMO Malísimo un horror.la comida en general buena. No volveré lo siento de todas formas gracias