Bar Tienda Enol en Cangas de Onís

¡Riquisimo! Comida elaborada y hecha con cariño. En un sitio bonito y a un precio económico. Comimos cachopo vegetariano que nos sorprendió lo bueno que estaba. Cuentan con carta vegetariana con platos típicos Asturianos además de muchos otros. Volveremos sin duda.

Nos atendieron muy bien y la comida muy buena

El Restaurante El Palaciu Pintu en Cangas de Onís es un restaurante muy acogedor. Cocinan deliciosamente y el restaurante es muy acogedor. El restaurante, con su amplia terraza, se encuentra en la plaza más bonita de esta encantadora ciudad. Desde allí se puede contemplar el epónimo «Palaciu Pintu» y la hermosa fachada de la Iglesia de Santa María de la Asunción. Pero lo que más me gusta es la calidez y amabilidad de la dueña y su personal. En ningún otro lugar de nuestro viaje por Asturias nos recibieron con tanta amabilidad y nos atendieron tan bien como en este restaurante. ¡Muchas gracias!

No tuve tiempo de estar mucho rato, pero incluso con ese pequeño periodo de tiempo el personal ya mostró una actitud muy amable y generosa. Sin duda, un sitio muy amable con el cliente.

Después de un día completo al aire libre, disfrutamos de una comida deliciosa. El personal nos ayudó a explorar el menú, nos explicó los ingredientes de cada plato e incluso nos enseñó a beber correctamente la sidra local. ¡Gracias por una velada maravillosa!

El lugar es increíble. La comida es increíble, la ubicación es excelente y la camarera fue súper amable. Además, hablaba muy bien inglés. Incluso tienen una sección completa de comida vegana y vegetariana :) Imprescindible visitar el restaurante cuando estés por aquí.

Gran ubicación, servicio extraordinariamente amable y buena oferta a un precio más que razonable. Tienen menú, cosa que se agradece. ¡Recomendable!

La experiencia, en términos generales, fue excelente. La comida nos pareció de una calidad muy buena; todos los platos que probamos tenían un sabor cuidado y, a nuestro parecer, casero. Desde el pisto que acompañaba la merluza hasta las croquetas, todo estaba perfectamente elaborado y no hubo ningún plato que nos decepcionase. Se nota que hay cariño y conocimiento en la cocina. El servicio fue correcto. No diría cercano, pero sí atento y puntual. Estuvieron pendientes de nosotros sin invadir el espacio. Se agradece el trato, aunque para quienes preferimos algo más informal, puede sentirse un poco distante, pero en ningún caso fue un problema. Otro punto muy positivo fue la relación calidad-precio, que sinceramente me pareció imbatible. Es cierto que hay sitios que pueden parecer atractivos en la zona, pero este destaca especialmente. A pesar de tener un enfoque moderno y estar más abierto a un público amplio —más que nada por sus opciones veganas y vegetarianas—, no renuncia en absoluto a la calidad ni a los productos locales. Como vegetariano, agradezco mucho que se tenga en cuenta este tipo de oferta, y más aún cuando se ejecuta con tanto nivel. No hay muchos sitios por la zona que ofrezcan platos similares. Los tortellini de espinaca y ricotta: muy recomendados. El local es pequeño, pero bien cuidado. El baño, aunque reducido, estaba limpio. Cuentan con una terraza bastante amplia, lo cual es un punto a favor, aunque conviene tener en cuenta el clima de esta zona. El único aspecto negativo que destacaría, y lo hago desde lo personal, fue la tarta de queso. Había visto muchas reseñas (antiguas) donde aparecía una tarta más tradicional, con pinta casera y una mermelada que también lo parecía. Sin embargo, la que nos sirvieron llevaba una base de galleta Lotus y caramelo por encima, lo cual me pareció un desacierto total. Entiendo que puede haber gente a la que le guste, pero para mí eso no es una tarta de queso en condiciones, sino una versión moderna que no me dice nada. Es una lástima, porque era uno de los motivos por los que habíamos elegido este sitio. En cualquier caso, salvo por ese minúsculo detalle, no tengo absolutamente nada que criticar. La comida es generosa en cantidad, el precio más que justo, el servicio muy profesional y el ambiente acogedor. Sin duda, repetiría.

Fuimos sin reserva y nos atendieron sin problema. Comida generosa, a buen precio y muy rica. Un sitio para volver.

Comimos increíble tanto una persona vegana como otra no vegana! Todos los platos y postres son caseros. Cambiamos los planes gastronómicos del día al toparnos de repente con una pizarra exterior con una larga lista de platos veganos bastante elaborados. Ésto no es normal encontrarlo fuera de ciudades grandes y es de agradecer. El cachopo vegano es de dimensiones inesperadamente grandes, riquísimo, sanísimo, muy elaborado y de creación original del chef del restaurante...aún no sé cómo logré acabarlo, habrá sido la emoción 🤩. Mi novio pudo comer un menú del día muy completo, con platos generosos por 20€. Todas las camareras muy amables, alegres y atentas. La localización muy céntrica y con vistas a la iglesia desde la terraza. Sin duda, si vuelvo por la zona repetiré y varias veces.