De un día para otro le pedimos mesa para 31 personas. Nos dieron un menú con comida casera como si la hiciera mi madre. Como no había más gente en el bar, nos dejaron poner música y bailar mientras tomábamos una copa. Pasamos allí un día maravilloso entre amigos y con mucho cariño por parte de todos los trabajadores! Repetiremos!!
En general, se nota la difencia de idiomas… no hacen mal los platos de la carta… pero no los saques de algo que no esté en la carta, como un bocadillo de lomo, bacon, queso y tomate en el pan… porque la sorpresa fue que nos pusieron tb patatas… cuando lo que queríamos era una ración de patatas fritas…
Ubicado muy cerca del hospital La Salud, menos de 1 minuto, este bar restaurante es una grata sorpresa. La comida es muy buena, con platos bien preparados y sabrosos. El servicio es excelente: atentos, rápidos y amables. En resumen, una experiencia genial. Muy recomendable.