Bar Restaurante los Molinos en Valladolid

Tapas increíbles con sabor a magia, vermú como a nosotros nos gusta y una acogida genial : )

Un local modesto pero con una comida de gran calidad, excelentes guisos. Hicimos caso de las sugerencias que nos hicieron y quedamos muy satisfechos. Muy recomendable.

La comida es exquisita, con una muy buena experiencia gastronómica. Muy recomendable. La carta suele variar por temporada por lo que siempre apetece probar sus novedades. Un 10 para el cocinero!

Comida muy rica, muy buena materia prima, todas las carnes son excelentes. La torrija está que te cagas.

Muy rico los alimentos. Precio regular. El personal atiende rapido y bien. Hagan reserva que se llena rápido. Mi recomendacion es el solomillo, esta bien sazonado, jugozo y suave.

La verdad que el sitio no lo conoció y me pareció espectacular tanto el trato como la comida ,Mercedes encantadora buscándo mesa rápido y aconsejando muy muy bien,el tatin de trompetas con foie Espectacular!! Sin duda un sitio donde hay que volver

Una gran sorpresa,comida riquísima y la atención de Mercedes espectacular.Pedimos que nos recomendara y fue todo un acierto

Todo buenísimo, me encanta todo, de los mejores sitios para comer o picar bien en Valladolid

Hemos comodotmiy bien la torrija y las croquetas estaban espectaculares. También pedimos torrezno , bikini de pastrani y mollete del día ( de carrillera ) todo buenísimo. Nos atendió Mercedes, una maravilla.

Señores, no se pierdan nada de esta carta, pero pongan especial atención a la oreja frita, el guiso de carrillera y el guiso de callos, morro y pata. Mención especial a su carta de vinos y a las tartas de postre (qué puedo decir de su tarta de queso...) La atención es muy cercana y el chef Javier Mariscal lo hace todo bien. ACTUALIZACIÓN 17 abril 2025: Yo sabía que debía volver esta vez para dejarnos aconsejar directamente por el chef Mariscal. Elige buena materia prima, la cuida para ensalzarla aún más, es al mismo tiempo tradicional y original; el resultado es la seguridad de acercarse a una comida que satisface, alegra y genera aún más curiosidad por el resto de la carta. Mención especial en esta ocasión a su Cecina de buey, las Patatas a la importancia con zamburiñas y trufa (la salsa y los guisantes podrían ser por ellos mismos un plato sobresaliente), las Carrilleras de atún tan bien tratadas que cuesta creerlo y una Falda de lechazo que parecía mantequilla. Pidan pan, lo necesitarán para estos dos últimos platos si quieren conquistar todo el sabor. Sospecho que volveré muy pronto, queda largo camino por recorrer. ¡Gracias Javier y al genial servicio!