Bar familiar próximo al Parque Etxebarria con una pequeña terraza. Se nota que la clientela es de toda la vida, y donde hay buen ambiente. Pasamos unos días en Bilbao, decidimos desayunar allí, repetimos porque fué todo un acierto el café muy bueno, las tortillas exquisitas. Un bar muy aconsejable para desayunar por la calidad-precio y ambiente.
He acudido desde niña (y ya ha llovido,tengo 51🤦♀️).
Punto de encuentro con la familia;café buenísimo y buenos pintxos para tomar unos zuritos.Muy buena gente y muy profesionales.