Bar Mut en Barcelona

Comida fantástica, excelentes opciones de vinos, excelente servicio. La última vez que comimos aquí fue el 6 de abril de 2014. Las críticas negativas no tienen sentido para mí. Nuestra casa está cerca de Seattle, hemos estado en 55 países. Disfrutamos de un delicioso evento con los más frescos mariscos preparados con mimo.

Lugar muy local con comida increíble. Definitivamente regresaremos

La comida es buena, platillos elaborados; aunque la relación calidad-precio es abusiva. Los precios estan infladisimos, enfocados básicamente para turistas (parecia que los únicos comensales en todo el restaurante de aqui eramos nosotros). Y destacar que las ostras, en la carta se indican en plural (ostras al natural) y el plato (pidiendo 1 ración) lleva dos otras. Sin embargo, la sorpresa viene con la cuenta, ya que esa ración de "ostras", te cobran el doble del precio que lo que pone en carta. En resumen, restaurante para guiris.

Comida muy buena, productos frescos y combinaciones sorprendentes. Servicio correcto pero anodino. El precio demasiado elevado para el pequeño tamaño de las raciones.

Pasé una buena noche por la compañía. El restaurante me pareció bonito, por la decoración, como si fuera una antigua bodega, y el trato fue amable en todo momento. Íbamos en grupo y dejamos que nos recomendara qué comer, y pienso que por eso igual se fue el presupuesto un poco por lo alto.

La comida espectacular pero las raciones demasiado pequeñas... Hemos ido 6 personas, nos ha salido por 230€ (40€/persona, bebiendo agua) y hemos salido todos con hambre. Nunca pongo malas reseñas pero hemos salido todos un poco disgustados.

el personal no fue muy educado...

Gastrobar de gran apariencia con una interesante carta de vinos. La camarera fue muy servicial y disfrutamos de unas tapas iniciales muy buenas. Los platos más grandes de canelones de foie con trufa y ravioles de cangrejo llegaron demasiado fríos, lo que hizo que el relleno de foie fuera gelatinoso e inidentificable como foie. Me comí la mayor parte por cortesía con la esperanza de que mejorara a medida que avanzaba y dejaba el resto, pero mi esposo encontró que los ravioles de cangrejo no eran comestibles y los detuvo después de un par. Le dijimos al camarero. No hay mucho interés allí, solo una pregunta sobre si nos gustaría café y postre, lo cual no hicimos. Luego nos dejaron así durante bastante tiempo hasta que finalmente pedimos la factura. El camarero lo presentó y, como habíamos devuelto la mayoría de los ravioles, sugerimos que se retiraran. Luego apareció el gerente y parecía que estaba ajustando la factura, pero cuando mi esposo comprobó que en realidad no lo había hecho. Quizás esperaba que no lo comprobáramos. Cuando le señalamos eso, dijo que mi esposo había comido un poco. Bueno, había comido lo suficiente como para saber que el resto no era comestible, por lo que su punto de vista era un poco diferente al nuestro. Con tantas otras opciones excelentes en el área, y esto era relativamente costoso, le sugerimos que pruebe otras.

Nos sirvió super bien realmente estoy cama contenta de su servicio muy buena gente gracias.

Ubicado en una calle ruidosa, el Bar Mut es perfecto para pasar una velada encantadora. La comida, una variedad de sabores exquisitos, fue una obra maestra culinaria que nos dejó con ganas de más. El atento personal no solo ayudó a traducir el menú sino que también nos guió a través de cada plato con calidez y experiencia, asegurando una experiencia gastronómica memorable.