Bar Los Grabieles en Casas de Ves

Maravilla de sitio , lo encontré de casualidad , volveré seguro comida de calidad buen servicio y un precio increíble lo recomiendo al 100% de esos sitios de los que sales y dices " he acertado pero bien " de verdad no se queden con mi reseña vayan y verán de lo que hablo .

Bar de carretera limpio, buena comida y camareros amables. Los precios no son excesivamente altos.

Soy cliente habitual, buen sitio para comer, comida de todo tipo, generalmente casera tanto tapeo como platos de cuchara a un precio razonable, en un ambiente familiar con un servicio atento. En esta ocasión me veo obligado a poner un pero, en la CALDERETA DE CORDERO, de sabor estupendo pero eché de menos algún trozo de carne, tanto un compañero como yo lo comentamos, buen sabor pero sólo hueso.

Un sitio estupendo para parar y tomarte algo y además también puedes comprar algún recuerdo.

La atención al cliente es sublime, atentos, amables, se preocupan por qué cada cliente coma bien, la comida excelente, el camarero Francisco es muy servicial y sonriente..., volveremos seguro..., hemos estado como en casa

Genial, buen menú, servicio de 10, repetiré

La experiencia ha sido sumamente satisfactoria y altamente recomendable. La calidad de la comida fue excelente, y el servicio, a cargo de un camarero con experiencia, combinó profesionalismo, dinamismo y amabilidad, creando un ambiente acogedor y familiar.

Muy buena atención, la comida muy rica y los postres una delicia, pedir que les atienda Sara es muy agradable y simpática

He dudado entre poner 4 o 5 estrellas en el apartado de la comida, básicamente por un detalle menor, y creo que hubiera sido injusta una excesiva severidad, máxime cuando el conjunto ha sido muy satisfactorio. Llegamos sin reserva previa, cuatro personas, una de ellas en silla de ruedas y que requiere total atención. En primer lugar, como afortunadamente es habitual, una total predisposición por parte de la camarera, ROSA, facilitando en todo momento la estancia de mi familiar, ofreciéndonos fuera de menú distintas opciones para que pudiera comer bien: al final tomó un caldo y optamos por emperador a la plancha de dentro para ella. Nosotros decidimos comer de tapeo y pedimos unas patatas fritas, unas a la plancha (nunca las habíamos tomado así anteriormente), ensaladilla, puntilla, magro con tomate y cuatro tigres. La camarera ya nos advirtió que con eso teníamos suficiente rancho para tres personas, y así fue. Las raciones son generosas y el producto de calidad. Los únicos peros: a nuestro juicio, las patatas a la plancha estaban algo saladas, pero también es verdad que nosotros estamos acostumbrados a comer con muy poca sal, así que para la mayoría seguramente estarían en su punto. Y los tigres estaban un poco fríos por dentro, aunque nos los comimos sin protestar. No me gustó que el pan se cobrara aparte. No lo pedimos expresamente, aunque lo hubiéramos hecho para acompañar la magra, pero creo que sería mejor indicarlo claramente. También he de admitir que no me fijé si venía reflejado en la carta. Para beber tomamos dos botellas grandes de agua y dos Coca-Colas. De postre pedimos melón, tarta al whisky, helado (ambos industriales) y torrija, que parece ser especialidad de la casa. La torrija me gustó bastante, y el melón, además de una tajada generosa, era melón, no pepino. Un café cerró la comida. La cuenta no llegó a 75 €, por una comida de calidad, abundante y una atención digna de reseñar... a pesar del 1,50 € de la cestita de pan. Sin dudar, digno de repetir y de probar sus carnes.

Hemos venido en busca de un lugar donde tomar e igual comer algo y nos ha encantado. Unos pequeños caracoles estupendos. Seguidamente un entrecot, una sopa cubierta y unas costillas de cordero estupendos. Tanto el entrecot como las costillas acompañados de un huevo frito y patatas a lo pobre y todo estupendo. Incluso la pequeña ensalada simple que nos han sacado al principio nos ha encantado. El servicio de 10, volveremos sin dudarlo.