Bar La Renega Carpe Diem en Orpesa

Sitio bueno para comer a la brasa, tienen variedad. Es muy tranquilo el único problema son las avispas pero no suelen picar, van a la carne. A mi me gusta y la amabilidad del personal, es exquisito, tienen tambien postres caseros. Volveremos.

Fuimos por la noche, no es facil acceder en coche, y luego hay que caminar a oscuras, pero el sitio merece la pena, parrilladas de carne, verduras y patatas, al aire libre, sin mucho calor y en un entorno silvestre magico. Buen servicio y buen precio.

La comida es excelente y el servicio es estupendo, pero está lleno de avispas si vienes en verano... es un fastidio. No puedes disfrutar de la comida como es debido... Lo digo para quienes tienen alergia a las avispas... será su pesadilla si vienen aquí.

Estupendo para comer y después disfrutar de la zona de playa y acantilados

Comimos brasas y genial. El servicio correcto y el precio también. Volveremos 100%

Excelente, como cada año, me sorprende

El ambiente fenomenal, la comida riquísima y lugar espectacular, nos faltó que las raciones fueran más grandes.

Un buen lugar para comer y descansar en la naturaleza, a metros del mar

Primera vez que íbamos, pero no será la última. Comimos estupendamente, que rico todo a la brasa. El ambiente era súper agradable, y el servicio muy bueno. Totalmente recomendable, PD: ojo al alioli, ¡que rico!

Fuimos el Domingo de Resurrección sin reserva y, como era de esperar, había muchísima gente. Tuvimos que esperar bastante para conseguir mesa, pero el personal fue muy amable y paciente en todo momento. En cuanto pudieron, nos ofrecieron sentarnos en la zona del bar para tomar unas cervezas y un aperitivo, lo cual se agradece mucho mientras esperas. Merece totalmente la pena tener paciencia, porque la barbacoa es espectacular. La carne está increíblemente buena, se nota que es fresca y de calidad. El servicio no es rápido (y hay que ir mentalizado), pero el equipo hace todo lo que puede. Mi recomendación es que preguntéis por las carnes fuera de carta. El encargado te explica muy bien qué piezas tienen disponibles, el peso y el precio. Y hazte a la idea que no es un restaurante tradicional, sino más bien un asador con alma de chiringuito, muy en sintonía con el entorno de la playa y la zona norte de Benicassim. El precio es razonable, tirando a alto, pero no olvidemos que no hay muchas opciones cerca y el entorno también se paga.