Bar La Raval en Peñíscola

Hay muchos lugares apetecibles en Peñíscola, por eso vengo cada vez que puedo. También es el remanso perfecto para desconectar y olvidarse de todo. La Raval, no es ni un bar ni un restaurante. Es mucho más. Cada hora tiene su público, cada conversación en la terraza tiene su encanto. Resulta fácil hacer amigos a los cinco minutos de sentarte. El mejor de los ambientes, Peñíscola en estado puro. La ecuación gastronómica, alcanza niveles notorios y el trato de los propietarios es definitivamente amigable. Cacahuetes gratis, sonrisas gratis y la inevitable sensación de que no estás en Peñíscola de paso. Estás en tu casa, en la de tus amigos. Eres uno más. La Raval, el corazón de un pueblo que a todos pertenece.🌊🌞🥰

Todo muy bien. Pero era tarde y tenía muchas mesas y no daba a basto.

Este bar está en medio de la multitud de locales de restauración turísticos. Aquí está todavía la esencia de bar de pueblo. El pescado que te ofrecen es fresco ya un precio correcto. El matrimonio propietario es muy campechano.

Buen lugar, para cenar con unas tapas y unas cervezas.

A pesar de estar en el centro de Peñíscola, tiene la esencia de bar de los de pueblo de toda la vida, genial para salir del bullicio de tirismo

Local tradicional, como los bares de siempre. No busques un bar de diseño, si no uno de esos bares de antaño que te tratan con oficio con productos de toda la vida. Buenos pescados del día, patatas, arroces o pollos asados. El trato excelente, te hacen sentir como si te conociesen de siempre desde el primer día.

Todo estupendo!! El. Arroz con bogavante para repetir!! , lo recomendamos

Una cervecita bien fresca y un plato de pescado frito, y ya he cenado, la relación calidad precio buena.

Hemos ido a desayunar tres bocatas con café con leche y super bien. Los camareros son muy amables.

Muchas personas i la camarera no daba de si pero muy bien todo precios calidad todo gracias