Bar Archanda en Castro-Urdiales

Pedi un pintxo de queso y bacon y un té. No hice buena eleccion tenia que haberme pedido otro pintxo ya que el bacon y el queso son saladaos pero en ese momento no lo pensé 🤣. Habría sido mejor si el queso fuese suave o reducido en sal. Pero la tortilla que se pidió mi amiga estaba buenísima estaba de muerte. El camarero es muy amable, muy atento de 10. Es muy simpático. El lugar es limpio incluso la cocina se ve limpia y ordenada. El té estaba rico te dan una taza para que no te quemes con el vaso de cristal. Es un buen lugar para ver a los niños entrenar. Nosotras fuimos pirque queríamos ir al mirador pero nos entró hambre y era el único bar de la zona.

Buenas tapas y los camareros malos

Barato y sabroso, tenía pulpo, 1/2 ración de patatas bravas y 2 copas de vino, todo por 19,70 y fue más que suficiente🙈. Personal muy amable y atento, me sentí muy cómoda.

Buen lugar de raciones. Muy simpáticas y amables las camareras. Todo muy rico.

El Bar Archanda es una joya escondida para los amantes del buen tapeo y la comida casera. Desde el momento en que cruzas la puerta, te das cuenta de que este lugar tiene algo especial. El trato es inmejorable; el personal es amable, rápido y eficaz, lo que hace que la experiencia sea aún más agradable. A pesar de su espacio reducido, lo que puede dificultar encontrar sitio, la calidad de la comida compensa con creces cualquier incomodidad. Cada plato que he probado ha sido una auténtica delicia, desde las patatas revolconas, que son pura tradición y sabor, hasta las croquetas, que son crujientes por fuera y cremosas por dentro. Es evidente que en Archanda cuidan hasta el más mínimo detalle de sus recetas. Aunque el local es pequeño, lo que limita un poco la comodidad, la calidez del ambiente y la calidad de la comida hacen que siempre valga la pena esperar por un hueco. Si estás buscando un lugar donde disfrutar de una comida casera auténtica y bien hecha, el Bar Archanda es una opción que no te decepcionará. Un sitio para volver una y otra vez.

Nos gusta mucho este sitio. Todo lo que pidas está buenísimo. No atienden fuera y no hay muchas mesas, pero el personal es muy amable y trabajan muy bien.

Buen sitio para tomarte un vino y aprovechar la carta para tomarte unas fingers de pollo, por ejemplo, ricas y caseras.

Pinchos muy ricos y bien elaborados

Estábamos de vacaciones en Castro y fuimos porque nos lo recomendaron diciendo que se comía muy bien pero la verdad es que nos decepcionó un poco, la carta es muy escasa y la pinta de los platos que vimos salir no eran nada del otro mundo. Pedimos unos mejillones con tomate y no eran nada del otro mundo. La camarera que nos atendió fue simpática y rápida

Muy rico y muy majos, comimos una tapas riquísimas por 15€ cabeza. Pulpo, mejillones, torreznos, anchoas... Todo muy rico.