25/08/2025: Reservamos este hotel (mediados de agosto) basándonos en las excelentes críticas sobre el lugar y su anfitrión, Xavier, y estábamos deseando disfrutar de la cálida hospitalidad que todos elogiaban. Desafortunadamente, al llegar, Xavier no estaba. En su lugar, nos recibió una mujer que parecía más una reticente portera que una anfitriona amable.
Tocamos el timbre según la nota en recepción y salió a registrarnos, pero sin amabilidad ni calidez: ni una sonrisa, ni una "bienvenida", solo una actitud indiferente. Incluso intenté charlar un poco sobre el tiempo (que hacía un calor infernal, 35 °C) para animar el ambiente, pero no sirvió de nada. Fue una primera impresión decepcionante, sobre todo después de un largo viaje con ese calor. Todo el mundo lidia con el tiempo, pero una sonrisa, unas palabras amables o un poco de consejo útil habrían sido de gran ayuda.
Cuando le pedí recomendaciones de restaurantes, su primera respuesta fue: "Estamos cerrados". Le aclaré que estaba pidiendo recomendaciones, no una comida en el hotel, y finalmente dijo algo como que es difícil dar recomendaciones porque depende de lo que la gente quiera. Creo que fue una respuesta extraña. Entendí que no quería hablar con nosotros. Al hacer el check out, ni siquiera se despidió, ni una palabra. Simplemente cogió una llave, la dejamos sobre una mesa y regresó directamente a la parte trasera del edificio. Ni siquiera me miró cuando subí. Nos gustó mucho la ubicación. La habitación era básica, con un encanto antiguo. El aire acondicionado no funcionaba bien. Dormimos sin manta porque la sola idea de intentar hablar con ella nos intimidaba. La vista desde la azotea es preciosa. Tuvimos que recorrer el edificio, buscando el camino a la azotea por nuestra cuenta, porque no nos dieron ninguna información ni sugerencia. Me dio la sensación de que solo habíamos ido a dormir. Por desgracia, nos alojó en la planta más baja; pregunté por otra habitación. Dijo que estaba llena, pero apenas vi a nadie. El restaurante estaba cerrado. Bueno, me alegro de que estuviéramos allí sólo una noche y no volvamos nunca más.
01/07/2025: Un hotel con encanto, algo pasado de moda, quizás unos arreglos le vendrían bien. Los apliques y enchufes se desmontan. La griferia lo mismo. Las ventanas son de madera y sin cámaras de aire. El aire acondicionado de mi habitación me caía en la cabeza, fatal, tuvimos que apagarlo. El desayuno flojo, muy flojo, le ponen ganas pero no da la talla. Un sinfín de escaleras, sin ascensor, ni mozo que te ayude. Hay que invertir más para tener un autentico castillo moderno y con gusto, se que es difícil, pero no hay otro camino.