Bambubox en Madrid

Excelente descubrimiento. Un lugar muy hermoso y la comida absolutamente increíble. Ambiente muy bueno aunque no muy especialmente amigable con niños (no hay menú infantil, etc.)

La comida está súper rica, con sabores auténticos que realmente se disfrutan. El servicio es genial, el personal es muy amable y siempre atento, lo que hace que te sientas bienvenido. Una idea que creo que ayudaría mucho es poner fotos de los platos en el menú. No tienen que ser exactamente iguales, pero con imágenes parecidas sería más fácil imaginar cómo es cada plato antes de pedir.

Asistí hace par de meses al restaurant, la verdad la atención muy buena, en cuanto a la comida, la verdad estuvo bien, pero nada espectacular, el ambiente del restaurant esta muy bien

Buen restaurante para probar comida tailandesa. La comida estaba rica, había buen ambiente (hay opción de comer en mesas bajas o en mesas altas). El local está situado en el centro Madrid, recomiendo no llevar el coche.

La comida fue realmente increíble. Servicio un poco lento

Comida muy correcta Tailandesa, los sabores estaban allí, quizás hacía falta un poco de picante en la ensalada de papaya, pero todo bastante bien!

Comida muy rica y correcta, 100% recomiendo, muy logrado los sabores, volvería 🫶🏻

"No era exactamente el sabor tradicional tailandés, pero se adaptaba bien a los paladares occidentales. Aun así, estaba delicioso.

Gran experiencia! El servicio fue rápido y como vegetariano en Madrid esta es una gran opción casi todo tiene una opción disponible : ) También es el ambiente, es lindo y elegante y el personal no duda en asegurarse de que tiene todo lo que necesita!

Comidita tras noche de celebración y bailoteos: que tengo resaca vaya. Nos apetece tailandés y sin tener uno en mente claro mi acompañante sugiere Bambubox, le ha aparecido en Google Maps y pinta bien. No lo conozco y me parece estupendo. Llegamos sin reserva y nos indican que podemos sentarnos en una mesa compartida, donde aún no hay nadie. Sin problema. Local mono, sencillo, elegante, con mesas altas y bajas. Kanom Gib. Raviolis de cerdo al vapor. Me apetecía probarlos porque me acordé de una especie de siumais que había pedido una vez en Tuk Tuk que estaban muy ricos, pero aquí la masa me pareció demasiado dura y con un sabor demasiado potente que no dejaba espacio al propio relleno. Kaeng Khiew Wan Kai. Curry verde de buen sabor, picor justo, buenas verduras y trozos de pollo jugosos. Pad Thai Kung. No defraudó el pad Thai, de langostinos, al que no le faltaba detalle y estaba muy bueno. Al final fue demasiada cantidad para las dos y tuvimos que llevarnos unos restitos.