Balcón del pirineo en Broto

Uno de los mejores sitios en los que nos hemos alojado, detalle trato y comodidad. Las casas completamente equipadas para desayunar o comer , lavadora y lavavajillas La calefacción una pasada 0 frío la bañera en la habitación un lujo, todo limpio y muy cuco El restaurante espectacular, el chuleton es de 10, y las personas espectaculares. Sin duda volveremos. GRACIAS!!!

Estuvimos en la habitación bordeta celebrando nuestro aniversario y nos gustó muchísimo, la gente es una maravilla, desde el camarero Oscar enamorado en fiscal, al chaval que tenía de compañero , pasando por el dueño de aquí, (el hombre de las chimeneas) un señor encantador y su hijo que se nota que ha heredado sus costumbres, se preocuparon por nosotros en todo momento para que no nos faltara de nada, la habitación es amplia y tiene de todo como ya ponen en reseñas anteriores. El lunes comimos en el restaurante nos sirvieron como aperitivo un poco de chorizo a la sidra buenísimo y pedimos un chuletón de vaca madurada, una ración de pimientos y otra de patatas, con su piedra para terminar de hacerla al gusto, la carne te la podías comer con la cucharilla del postre, se deshacía, brutal. Volveremos sin dudarlo.

Una alojamiento excepcional en un lugar maravilloso y con una atención impecable 🥰🥰🥰 Recomendable 💯❌💯

Hace unas semanas estuvimos mi mujer y yo ,algunos días y en general bien pero hay cosas que se deben cambiar e intentar mejorar.Los áticos 12 y 13 tienen unas vistas espectaculares con dos terrazas.Las terrazas inferiores tienen una mesa con 4 sillas cada una de ellos.Por favor cambien las sillas rotas que hay que son varias porque no hay forma de sentarse y se puede caer uno y hacerse daño.Que sentido tiene tener una terraza que no puedes disfrutar si no te puedes sentar.Otro problema que nos afectó ,es que cada vez que se encienden las brasas del Restaurante por sus chimeneas que tiran el humo ,si el viento es hacia los apartamentos,áticos etc,tienes que tenerlos cerrados porque si no huele a torrada y humo todo el día y noche.Ni que decir ,que estar en las terrazas con ese humo ,es imposible.Una pena no disfrutar de las terrazas. Igual hay gente que no les molesta.Yo doy mi.opinion.Ignoro si puede haber una solución para ello.El Restaurante de categoría,la comida excepcional,los camareros muy bien.El encargado fenomenal Tuve algún problemilla y me lo solucionó muy rápido .Aunque entiendo que la "carne" es su fuerte yo valoraría el disponer también algo de pescado Luego teniendo la infraestructura hecha se podría valorar el dar servicios de desayuno en el Restaurante e incluso para tomarse durante el día en ciertas zonas de alguna cerveza o café sin necesidad de bajar al pueblo.En general bien pero creo que hay cosas a mejorar. Gracias por todo

Apartamento muy cómodo, con todo lo que se necesita en buen estado, entorno espectacular a las puertas del parque nacional de ordesa. Un restaurante a remarcar con muy buena cocina de producto local, espectaculares chuletones.

Un lugar único, una experiencia inolvidable y para repetir mil veces más. Las habitaciones y las vistas de ensueño. La atención, de 10.

Hemos quedado encantados. Dispone de jacuzzi exterior (es obligatorio reservar, lo recomendamos 100% sobretodo para ver atardecer) y de barbacoas (también hay que reservar) como servicios a los clientes hospedados. La habitación es muy amplia. Teníamos un salón-comedor con una mesa grande para comer, chimenea de leña, y smart TV, y cocina americana con todo lo imprescindible para cocinar (menos horno), se agradece mucho el detalle de que tuvieran AOVE, sal y azúcar, así como cafetera Nespresso (nos ofrecieron cápsulas). Tambien tiene lavadora y lavavajillas (así como cápsulas detergente y pastillas para el lavavajillas). Todo un detalle, se agradece mucho. Y con respecto a la habitación, chulisima. Quedamos muy sorprendidos, no sabíamos que tenía incluso un proyector (que no pudimos aprovechar porque no trajimos pendrive/cable HDMI) para ver películas. El jacuzzi privado una pasada. Como única pega de todo, diría que se escuchaba demasiado la habitación de arriba, escuchábamos todas las pisadas y parecía que estuviesen dentro de nuestra habitación. También las cortinas, creemos que dejaban pasar bastante la luz cuando entraba el sol de mañana. No pudimos aprovechar el restaurante, ya que durante nuestra estancia (mediados de marzo) sólo abrían el fin de semana. Hemos desconectado muchísimo, y ha sido una experiencia increíble. Tenemos pensado repetir cuando volvamos al Pirineo!

Tranquilo, para estar en pareja o familia. Buen trato buen servicio y una comida excelente

4.5, no le doy un 5. Las habitaciones necesitan un repaso, esquinas con moho, falta aislamiento en algunos trozos por los que se cuela alguna hormiga...(Nada grave y más estando en la montaña). Alguna sartén estaba bastante deteriorada. Me da rabia porque en general todo muy muy bien, pero con un poco más de cuidado y repaso sería perfecto. Una de las ventanas cuenta con una bonita cortina translúcida, pero sin persiana, por lo que por las mañanas te entra el lindo sol que da gusto e igual esperas un poco más de intimidad, como la perfecta cortina opaca que hay para la entrada. Repito, es una crítica constructiva porque el lugar y en general todo, muy bien.

Es un lugar precioso muy tranquilo y perfecto para desconectar. Es una zona buenísima para hacer rutas y disfrutar de la naturaleza. Hemos tenido un trato buenísimo