Bálamo Restaurante en Alcorcón

Sitio de 10. Nose la de veces que habré ido. A pesar de la buena calidad de la comida. Lo que más destaco es la atención que recibes. Una amabilidad y ganas de que te sientas a gusto y cómodo, inigualables. Un lugar en el que celebrar eventos familiares desde la hora de la comida hasta la cena y alargarlo a las copas. Brutal

El restaurante desde fuera es imponente, un gran edificio al entrar por una puerta giratoria te encuentras con el atril de la persona que te dará paso a uno de los dos salones, uno decorado con barricas y otro con un jardín vertical . Los baños son elegantes con luz acogedora, no demasiado iluminado, la luz cálida da una sensación agradable. Mientras haces pipi, puedes ver una especie de jardín de piedras blancas el WC es como un gran mirador que ocupa la pared frontal. Los salones son grandes, pero el que se encuentra en el jardín vertical es especialmente bonito. En la parte de arriba hay una discoteca y en la más baja un parking. El lugar es agradable en general. Vayamos a la comida... Quizá coincida que cada vez que voy no es el día bueno, porque un día no hay mejillones y otro no hay ostras gallegas especiales, pero eso puede ser normal. No puedo decir que se come mal, pero quizá esperaba más. Tengo que decir que no solo he comido marisco en este lugar y quizá las comparaciones son odiosas. Recuerdo la primera vez, todo delicioso y me encantó al comienzo de abrir. Las ultimas dos veces me pareció que la calidad de la comida no era equitativa con el precio. Quizá solo fue una desagradable coincidencia.

Cenamos y después subimos a bailar a la pista de arriba, el sitio es espectacular tanto para comer como para bailar después,la comida muy rica toda recomiendo la tarta oreo.lo recomiendo muchísimo yo volveré

Hicimos una reserva para celebrar ayer uno de los días más importantes de nuestras vidas y no podemos estar más contentos con la elección. La comida, la ubicación de la mesa y el servicio de 10. Gracias

Buen producto y un lugar increíble como restaurante. Buen diseñado, con espacio para niños y adultos. He ido varias veces y no me canso. Pero eso si, muy caro y raciones justas. Al final pagas el lugar. Nos gastamos 38 euros con verduras, pescadito frito sin marisco.

El restaurante es espectacular y la comida es muy buena. Pero debo exponer una queja respecto a la información facilitada a la hora de hacer la reserva. Cuando reservé por teléfono me enviaron la información de mi reserva vía WhatsApp y me mandaron la carta de los menús pero no me explicaron que si íbamos a elegir menú (tanto para adultos como para niños) teníamos que reservarlo con antelación. Es cierto que en el pdf, en la letra pequeña viene, pero es una información que pasa muy inadvertida si no te lo explican antes. Lo llamativo es que al hacer la reserva especifiqué que íbamos 10 adultos y 8 niños y en ningún momento me preguntaron si íbamos a querer menús, a la carta, y si para los niños querríamos menú. Esto nos ha supuesto que no hayamos podido pedir pollo porque eso sólo entra en el menú por lo que los niños no han comido lo bien que nos hubiera gustado. En cuanto a la zona infantil finalmente no hemos podido usarla porque está restringida a la edad de 2 a 6 años, a parte de que es bastante pequeña. Considero que si la publicidad está dirigida a restaurante para familias y ofrecen la zona infantil como un plus para el restaurante debería estar mejor preparada.

Muy espectacular el sitio , pero de calidad muy justo

Simplemente espectacular. Calidad precio excelente. Varias zonas diferenciadas de tapeo o raciones, copas , restaurante....cenamos allí. La comida muy buena y relación calidad precio genial. Un sitio muy recomendable

Restaurante situado en una pequeña zona comercial. No sé aparca mal y no tiene competencia cercana. Es muy grande y bastante singular. Tiene aparcamiento y dos plantas más. Es tamaño nave industrial con entrada diáfana y techos muy altos. Tiene mesas altas en la zona de la barra y después las mesas del comedor. El servicio está en plata inferior. La cocina es visible. La atención fue correcta y fueron muy amables ante cualquier petición. Fuimos a menú cerrado. COMIDA: Adaptan parte del menú a gente que no quiere o puede consumir gluten, y lo indican en el plato con una banderilla para que se vea claro. - Ensaladilla (7'5). - Gambas (8). - Cazón en adobo (8'5), con y sin gluten. - Rape (8) patatas crudas. - Carne (7) un poco regular. Mucha ternilla y grasa. Poca cantidad para el menú. - Berenjenas y croquetas (7). - Postres (7). Que pongan patatas fritas de bolsa es como mínimo, peculiar. Desde luego a todos nos pareció muy raro y un tanto cutre en un restaurante como este. En general no estuvo mal en su conjunto. En la planta superior hay una pista como en una discoteca. Tiene una barra muy grande y mesas al otro extremo. A la hora de comer el ambiente es familiar y hay muchos niños. Después cierran sobre las 18:00 y ya lo reabren a la hora de cenar. De la comida no podría destacar algo en especial que me hiciese volver, solo por eso. Pero la comida estaba buena. Seguramente repita por el conjunto en general que ofrece este sitio. Destaca más visualmente que por su comida. Aún así tengo que probar más cosas de la carta para tener una idea más global, de todos los platos que ofrecen.Es conveniente reservar en fin de semana, salvo que quieras comer en las sillas altas. Que tampoco tiene mala pinta. También hay algo para los niños pero no lo vimos, así que no sé cómo es.

Cuando llegamos tenían un problema con las reservas online y algunas se habían cancelado pero el personal fué bastante atento y amable y lo solucionaron. El local es muy grande con varias estancias. La principal, que está en la entrada tiene mesas altas y hay más “bullicio”. Los platos están bien presentados y la calidad del producto bastante acorde al precio.