02/05/2025: Quedan pocos sitios como este para comer cocina tradicional de la rica, rica, como hacían nuestras madres: con mimo y buen producto.
Fritos variados de lujo, merluza albardada jugosa y riquísima y un cabrito asado de chupete los dedos. La atencion genial. Un 10.
Generalmente hay que reservar con tiempo.
Para recomendar y volver una y otra vez.
26/04/2025: Mi mirada es subjetiva; sin embargo, a mi paladar no le puedo engañar. Sabíamos de sobra que la experiencia iba a ser eso: disfrutar.
De entrantes han caído unas almejas, los fritos de la casa (sesos, lengua, pollo, croquetas…) y anchoas. De plato principal, unos hemos comido cabrito (indescriptible: se deshace) y otros merluza, mantequillosa y disfrutona. El mix de postres no destaca especialmente —no es su fuerte—, pero cumple para poner el punto final.
En todo momento nos ha acompañado un Rioja, Viña Pomal 2021, que redondeaba cada bocado. Y, al inicio, un txakoli clásico: Txomin Etxaniz 2024.
Miren Itziar es un sitio al que hay que venir con tiempo, sin prisas, entendiendo el comer como un acto de compartir espacio, tiempo y experiencia. Su luz es tenue; hay un ruido molesto, pero necesario, que termina de enmarcar la vivencia.
Un sí, un 10.
Tiene sus luces y sus sombras, claro, pero la balanza se inclina hacia un recuerdo feliz y que me volverá a traer.