Comimos aquí un Lunes al mediodía y el local estaba vacío, pero ya que abriera un Lunes es una suerte. Nos pedimos zamburiñas, pulpo y langostinos. Todo muy bueno, pero a destacar las zamburiñas, tenían una especie de empanado por encima que sabían exquisitas. La chica que nos atendió muy amable y el precio fue el adecuado.