Asador Llorente en Potes

10 de 10 Comida de 10 Alcachofas riquísimas y lechazo para chupar los huesos, regado con un buen vino y buena compañía. Servicio de 10 La atención es fantástica. Y todo esto en un decorado muy bonito.

Comimos un cocido lebaniego muy rico

Un lugar con buena comida y buena atención calidad precio adecuado ,sin duda volveré

100%recomendable.nos atendieron super bien ...la carne estaba buenísima y el sitio es súper chulo .sin duda volveremos

Un sitio excelente para comer y disfrutar ‘ el jamón espectacular y chuletón 🥩 ni te cuento!

Comida, servicio y ambiente excepcional. El trato de Ángel, la persona que nos atendió durante el servicio fue inmejorable. Gran equipo!! Volveremos

Restaurante muy bonito, a pesar de no tener reserva nos buscaron una mesa donde pudimos deleitarnos con un cocido lebaniego de escándalo. Carta de vinos muy extensa con vinos de la zona que pudimos conocer.

Comida excelente y buen trato. Carne de calidad, buen cocido y los postres increíbles. Muy recomendable si visitáis la zona.

Un deleite para el paladar de principio a fin. Espectacular. Totalmente recomendable. Si vas a Potes es parada obligatoria.

El Asador Llorente nos ha encantado. La entrada para acceder al restaurante es sobria, pero de una elegancia que recuerda a tiempos pasados, casi medievales. Hay distintos comedores, todos ellos muy acogedores, y, aunque ese conjunto resulta muy agradable, lo que sobre todo le distingue es su cocina y el excelente trato a los clientes. Llama la atención una nevera de maduración que hay en la zona de la barra, donde se exhiben magníficos costillares de vaca vieja para sacar de ellos los espectaculares chuletones que sirven en el restaurante. Dicho esto, me descubro ante el costillar de cochinillo que tuve la oportunidad de degustar en el Asador Llorente. No tiene nada que envidiar a los que sirven en los mejores restaurantes de Segovia, e incluso me atrevería a decir que lo supera. Algo parecido ocurre con el lechazo al horno y no me queda más remedio que suponer que lo mismo sucede con todo lo que sirven en este restaurante. Y es de agradecer el detalle que tuvieron con nosotros poniéndonos unas riquísimas tapas de cecina mientras esperábamos a que nos sirviesen y, cómo no, también nos ha encantado la agradable y bien escogida música ambiental que añade un punto de glamour al local. Un diez para Llorente. Sin duda, volveremos.