Asador La Cabaña en A Coruña

Almorzamos dos veces. Lo encontramos por casualidad. Totalmente recomendado. La carne es deliciosa. La vieja barbacoa de vaca, decían mis compañeros, que rica. Son abundantes. Quedan algunos de estos. Las patatas asadas quedan estupendas como guarnición. Tortitas rellenas de primera, aparentemente sublimes. Los calamares crujientes. Champiñones en su punto. El pulpo está mejor en feria que a la parrilla. El brownie con helado, una delicatessen. No es ruidoso y se come muy bien. El camarero gallego/andaluz resolutivo, bueno, amable etc. Los platos salen rápido. Para sillas de ruedas el lugar está bien. La cuestión es llegar al sitio. Difícil aparcar. Pero siempre está la Torre de Hércules. volveremos

Primera vez en Coruña y ha habido un servicio y comida excelente. Nos ha atendido Sergio el vasco muy bien. Desde el principio, fue muy amable con nosotros, nos trajo la comida muy rápido y nos recomendó platos muy buenos.

El trato perfecto en todo momento atentos a todo y muy amable, la comida estaba espectacular el precio es el normal siendo carne volvería sin duda.

Quedamos encantados con la comida y el servicio del camarero vasco. En general una puntuación de 9

Encantados de que nos atendiera un camarero que decía ser vasco. No sé si era vasco pero comimos estupendamente y nos sirvieron aun mejor más que recimendable

Estaba cerca de la Torre de Hércules y se me hizo hora de comer, iba andando y busqué algo cerca. Me salió este restaurante y tenía buenas críticas y está a 300 metros de la torre, llamé y me hicieron un hueco y fui a probarlo. Cuando entré el local no es muy grande, tienes mesas altas y mesas normales para comer, le pedí yo si le iba mejor que me pusiera en una alta porque iba solo y me sabía mal gastar una mesa de comidas sólo para mi, pese que a la persona que me reservó por teléfono no le importaba si me sentaba en mesa, cosa que es de agradecer, no en todas partes eres bienvenido cuando entras a comer sólo. El local en sí está bastante bien en cuanto a decoración y en cuanto al espacio entre mesas, están al día tecnológicamente y algo que me sorprendió mucho fue en el baño, ya que llevo alineadores y al terminar de comer siempre me tengo que lavar los dientes, que tenían un dispensador de dentífricos, en lugar del típico de preservativos y demás. El ambiente por lo que vi está compuesto de gente principalmente del barrio que se conocen todos entre ellos, más comerciales o trabajadores que lo conocen y que saben que se come bien. El servicio fue muy atento y profesional y la comida fue excelente, tanto en cantidades como en precio ajustado a la calidad de los productos que comí, además tienes la opción de escoger vino de la casa que es muy correcto calidad-precio y que bebes lo que quieras y pagas en base a lo que consumes. En mi caso me invitaron al café porque no me terminé la botella y la había pagado igualmente, pequeños detalles que se agradecen. En mi caso tomé unas croquetas de cecina que estaban muy muy buenas y un entrecot que lo pedí poco hecho y estaba exactamente como lo había pedido, la calidad de la carne fuera de toda duda. El acompañamiento te lo puedes elegir tú, yo pedí batata o moniato al horno y estaba espectacular. Las raciones son realmente generosas y los precios acorde a lo que comes, de hecho no tomé postre porque ya no me entraba nada más, la carta es muy extensa, lástima que no iba con más gente porque cuando vas más personas compartes primeros y pruebas más cosas. En mi caso pagué 40 euros, que por lo que comí no está nada mal, pagué casi lo mismo en un italiano normalito la noche anterior en Santiago y comí mucho peor. Muy recomendable si estás por la zona y si no vale la pena acercarte.

Estaba cerca de la Torre de Hércules y se me hizo hora de comer, iba andando y busqué algo cerca. Me salió este restaurante y tenía buenas críticas y está a 300 metros de la torre, llamé y me hicieron un hueco y fui a probarlo. Cuando entré el local no es muy grande, tienes mesas altas y mesas normales para comer, le pedí yo si le iba mejor que me pusiera en una alta porque iba solo y me sabía mal gastar una mesa de comidas sólo para mi, pese que a la persona que me reservó por teléfono no le importaba si me sentaba en mesa, cosa que es de agradecer, no en todas partes eres bienvenido cuando entras a comer sólo. El local en sí está bastante bien en cuanto a decoración y en cuanto al espacio entre mesas, están al día tecnológicamente y algo que me sorprendió mucho fue en el baño, ya que llevo alineadores y al terminar de comer siempre me tengo que lavar los dientes, que tenían un dispensador de dentífricos, en lugar del típico de preservativos y demás. El ambiente por lo que vi está compuesto de gente principalmente del barrio que se conocen todos entre ellos, más comerciales o trabajadores que lo conocen y que saben que se come bien. El servicio fue muy atento y profesional y la comida fue excelente, tanto en cantidades como en precio ajustado a la calidad de los productos que comí, además tienes la opción de escoger vino de la casa que es muy correcto calidad-precio y que bebes lo que quieras y pagas en base a lo que consumes. En mi caso me invitaron al café porque no me terminé la botella y la había pagado igualmente, pequeños detalles que se agradecen. En mi caso tomé unas croquetas de cecina que estaban muy muy buenas y un entrecot que lo pedí poco hecho y estaba exactamente como lo había pedido, la calidad de la carne fuera de toda duda. El acompañamiento te lo puedes elegir tú, yo pedí batata o moniato al horno y estaba espectacular. Las raciones son realmente generosas y los precios acorde a lo que comes, de hecho no tomé postre porque ya no me entraba nada más, la carta es muy extensa, lástima que no iba con más gente porque cuando vas más personas compartes primeros y pruebas más cosas. En mi caso pagué 40 euros, que por lo que comí no está nada mal, pagué casi lo mismo en un italiano normalito la noche anterior en Santiago y comí mucho peor. Muy recomendable si estás por la zona y si no vale la pena acercarte.

Sin duda este sitio, sin Sergio, sería bueno pero no igual. Un producto excelente y un servicio incluso superior, si cabe.

Muy buena calidad de toda la comida. Las setas con gambas, buenísimas el chuletón espectacular y las guarniciones y postres de lujo!!! Aunque lo mejor....la atención de Sergio, atento en todo momento !!! Muchas gracias por todo

Posto comodo con ampli spazi nella zona portuale di la coruna. Piatti semplici ma di alta qualità, sia di carne che di pesce, fatti sulla piastra. Stra consigliato il polpo e la entrana!