Arroutada en Compostela en Santiago de Compostela

Los bocatas increíbles, estuvimos muy agusto y nos informaron sobre lo que podía comer nuestro peque que es celíacos con todo detalle. Lo recomiendo...

Restaurante muy top y el camarero más. Una pena que no tuviesen pan de kopena. Volveremos a por la cebra

Establecimiento muy recomendado para comer, gran variedad de bocatas a escoger, picoteo y postres, personal muy amable y atento. Lo recomiendo

Por fin una bocateria diferente en el Val Miñor, volveremos seguro. Pedimos 6 bocatas diferentes y todos del 10, con las salsas bien elabordas. MUY RECOMENDABLE

Había pasado un tiempo desde que se mudaron de Santiago y no habíamos podido disfrutar de sus sándwiches. Volvimos de nuevo, esta vez en su nuevo local en Val Miñor, más amplio y luminoso pero encontramos los mismos sabores, el mismo mimo y la misma calidad de siempre. Luis ama lo que hace y eso impregna cada rebanada de pan. En un tipo de lugar donde suele predominar la fritanga, aquí se opta por la creatividad y los procesos lentos. Capítulo aparte merecen los postres, todos caseros, creativos e irrepetibles. Seguramente tendrá un futuro prometedor en esta nueva aventura.

Sorprende totalmente su carta de bocadillos y las tapas y postres tb son muy buenos

La mejor bocateria de largo en la que he estado. Personal super amable, local bonito y con aparcamiento propio. La variedad de bocatas es bestial, todos muy trabajados y muy muy muy ricos. Para repetir hasta probar toda la carta

Estamos haciendo el camino y lo tenemos al lado del Pazo.. espectaculares bocadillos.yo me pedí el de choco..una locura el pan,los chocos super tiernos ,salsa alioli suave ...delicioso.. Mi hijo el de pollo desmigado con salsa de pipa... una deliciosa combinación... Precio acorde a la calidad..trato exquisito... volveremos alguna vez..aunque sea solo por visitaros ENHORABUENA ❤️

Todo un descubrimiento! El local a penas lleva unos meses abierto aunque ya traen los deberes hechos de su anterior local en Santiago de Compostela. El local está situado en Ramallosa (Nigrán) y cuenta con un amplio salón interior, y una terraza cubierta ideal para las cenas. Iluminación muy acogedora y colores cálidos en el mobiliario hacen de la experiencia algo realmente agradable. El servicio muy atento en todo momento, explicando la carta y sugiriendo entrantes y bocatas según nuestras preferencias. Los entrantes están muy buenos y los bocatas son sencillamente una locura. Fuimos un par de veces y probamos como entrantes la ensalada de tomate, el raxo, las patatas con dos aliolis y la entraña de ternera. De los bocatas probamos el Rodolfo en Lalín (poca broma con este bocadillo. Es de otro mundo), el Yeremee (mi favorito), el Hammerhen, y el favorito del Sapo. Los puedes pedir troceados de modo que son ideales para compartir y probarlos todos. Especial mención al pan. Consigue que a pesar del tamaño del bocadillo que es más que generoso, puedas comertelo sin ningún problema, complementando los sabores de los ingredientes. Un pan crujiente por fuera, aireado por dentro y nada ácido. Me encantó. Nos dijeron que se lo hacen en una panadería cercana (La Pintora) que ha recibido varios premio (sinceramente, no me extraña en absoluto) La tarta de queso fue el final perfecto para una cena de 10. Vi que tenían una nevera repleta de cervezas artesanales. Nosotros somos más de vinos pero sin problema. Tienen una buena selección. Corta pero muy cuidada. Puntazo a favor! Tienen zona para aparcar. Nosotros encontramos sitio las dos veces. Sin lugar a duda, visita obligatoria si estás en la zona o cerca. Merece la pena la excursión.

Bocadillos muy ricos y amplia variedad de cervezas artesanales. Dejaos recomendar. ¡Gran sitio!