Arrabbiata en A Coruña

Pequeño local situado en primera línea en el paseo de La Coruña. Zona de monte alto-la torre. Personal atento y amable, muy buen producto y calidad. Perfecto para compartir. El tiramisú…. IMPRESIONANTE

Comida muy bien presentada y sobretodo muy rica. El trato de los camareros super agradables y la decoración con mucho gusto. Sin duda lo disfrutamos mucho

Trato espectacular por parte del camarero. Muy atento a lo que necesitáramos y nos ayudó con todas las dudas que teníamos. Creo recordar que probé la pasta con ragú de jabalí (si mal no recuerdo la descripción) y es de las mejores pastas que he comido. 🤍

¡Una experiencia gastronómica fenomenal! El restaurante es impecable y su presentación es preciosa. El ambiente relajado transmite un aire romántico natural. La pasta es excelente y las vistas impresionantes. Fue una cena memorable en mi última noche en A Coruña. ¡Lo recomiendo encarecidamente!

Un sitio muy agradable con vistas al mar, con una bonita decoración y ambiente con música chill out a un volumen adecuado. Comida de 10, se nota la calidad de la pasta en su frescura y sabor. Volvería 100%!

¡Muy buena comida italiana! Y un ambiente muy acogedor e íntimo.

Acudí al restaurante para cenar con unas amigas. El servicio muy bueno, buen ambiente, tranquilo y la comida espectacular. Sin duda repetiremos.

Hay restaurantes que conquistan por la grandiosidad de su sala, otros por la extravagancia de su carta. Arrabiata lo hace de una manera mucho más difícil: a través de la honestidad. Su espacio es reducido, sí, pero no por ello incómodo. El responsable del lugar ha convertido lo pequeño en íntimo, diseñando un ambiente que casi obliga a bajar el ritmo, a hablar más bajo, a entregarse al ritual de comer como si fuera un secreto compartido. El diseño, cuidado hasta el último detalle, no es un mero adorno, sino un marco perfecto para la experiencia. La cocina es, sencillamente, un viaje directo al corazón de Italia, sin pasaportes ni clichés turísticos. Aquí se percibe el respeto absoluto al producto y, sobre todo, ese intangible que en la mesa se reconoce al instante: el cariño. Cada bocado lleva impreso un gesto artesanal, como si se sirviera directamente de la cocina de una nonna. De todos los platos, dos se convierten en protagonistas absolutos. Las albóndigas della nonna, jugosas y sabias en su sencillez, son un recordatorio de que la cocina italiana no necesita artificios para emocionar. Por su parte, los pappardelle con jabalí demuestran un nivel de ejecución admirable: la pasta en su punto exacto, la salsa densa y profunda, un plato que invita a cerrar los ojos para disfrutarlo de principio a fin. Arrabiata no pretende ser un restaurante de moda, sino un refugio para los que buscan autenticidad. Su mayor virtud es lograr que el comensal se sienta parte de algo íntimo y genuino. Y eso, en una ciudad donde lo impostado abunda, lo convierte en un lugar al que uno no solo quiere volver, sino recomendar sin reservas.

Comida deliciosa. Un poco caro. Buenas vistas a las playas de Orzán y Riazor.

El local de 10 con vistas a la playa de Riazor, Monte de San Pedro y general de Coruña La atención recibida, incluida recomendación de vino por parte del camarero excelente La comida muy rica. Pedimos un tartar para empezar que quiza tenía un exceso de salsa pero los platos de pasta de segundos un acierto. Fueron spaghetti a la putanesca y otros carbonara y unos fetuchini bolognesa. Recomendables! Los postres bien pero nada a destacar ni da la tarta de queso ni de la torrija Calidad precio, ni tan mal Es posible que repita Por ponerle una pega, el aire acondicionado tan alto no es necesario, para mi gusto