Arcea Gran Hotel Pelayo en Cangas de Onís

Excelente tanto la comida como la amabilidad y profesionalidad del personal. El cocinero maravilloso, convierte en arte todo lo que pasa por sus manos, un auténtico cocista: cocinero y artista.

Hotel muy bien situado junto a la Santa Cueva en Covadonga, el hotel fue construido en 1909 y es bonito, tiene habitaciones con decoración sobria y tradicional, bien climatizado y con espacio suficiente en la misma, los techos son altos. El hotel tiene desayuno buffet, está bien, aunque no estaría mal meter un poco más de variedad, el parking no tiene muchas plazas así que dependerá de la ocupación que tenga en ese momento, se puede aparcar también fuera del mismo son mayor problema.

Me gustó la atención desde el primer momento,la habitación olía a desagüe y nos ofrecieron cambiar de habitación,abrimos grifos un rato y solucionado, la cena de la primera noche pretendía ser ligera pero resultó más que eso, desayuno buffet más que suficiente para mí gusto,la cena de nochebuena fue una experiencia gastronómica increíble gracias a Jaime Oz, lastima que aunque al principio parecía que era poco al plato de carne no podía comer más,ni el postre, demasiado para estómago acostumbrado a cenar ligero,resto de estancia muy bien, un servicio estupendo en general y trabajadores muy agradables todos.

Muy bonito enclave, ideal para creyentes ya que está al lado del santuario. En términos hoteleros, muy cómodo hotel, solo se echo en falta más variedad en el menú y menos repetición.

La habitación es preciosa y el sitio en el que está ubicado y las vistas todavía más…viajábamos de noche y llegamos de madrugada así que es para resaltar que la recepción sea 24h y que los chicos independientemente de la hora te atienden y resuelven todas tus dudas con una sonrisa de oreja a oreja y con la mejor disposición…sin duda volveremos!!

Me ha gustado mucho, he estado solo 1 noche pero volveré porque el paisaje y la comodidad tanto atención es de 10, lo recomiendo

Hotel maravilloso que además te permite llevar a tu mascota sin ningún problema, aunque podrían tener algún detalle con la mascota ya que te cobran también su estancia

El Gran Hotel Don Pelayo ofrece una ubicación privilegiada y un edificio cargado de tradición, ofreciendo una estancia en un lugar imponente, con unas espectaculares vistas desde la habitación. En esta ocasión elegimos una habitación superior, sin embargo la austeridad de la habitación sorprendió para un hotel de su renombre. No había amenities, ni plancha, ni espejo funcional en el baño……. ni hablar de que tampoco había agua en el minibar. Ni de de pago, ni mucho menos de cortesía. El desayuno fue otro aspecto decepcionante. Para un lugar con tal historia, esperábamos una experiencia acorde, pero lo que encontramos fue una oferta francamente limitada, insuficiente para un hotel de esta categoría. Sin embargo, cabe destacar que el personal fue excepcionalmente atento y siempre dispuesto a mejorar nuestra estancia, compensando en la medida de lo posible las deficiencias observadas. La cena, aunque aceptable, tampoco destacó de manera significativa, pero el esfuerzo del equipo fue notable y muy apreciado. Este hotel tiene un potencial enorme que podría aprovechar mejor revisando ciertos detalles para alinearse con su prestigio y el nivel que los huéspedes esperan.

Un hotel con encanto, no como los de las grandes cadenas que son todos iguales sin personalidad, repetimos todos los años, hotel, entorno, personal... simplemente perfectos.

La ubicación es alucinante, el servicio y la limpiez también. Además aceptan perros, DogFriendly y se descansa muy bien. El aparcamiento es complejo, no puedes ir a cenar con tu perros y un poco caro.