Arcea Gran Hotel Pelayo en Cangas de Onís

Un entorno maravilloso. Preciosas vistas desde el hotel.

El lugar no puede ser mejor, la ubicación en una zona privilegiada, el hotel super super limpio, y mira que soy con este tema muy exigente, una limpieza de 10, y ni hablar de los pedazos de trabajadores que componen el hotel, que agradables, educados, profesionales, de verdad cuidadlos por qué no es fácil encontrar a trabajadores así, pero TODOS!! Gracias por aceptar perro, lo habéis tratado como uno más, el suplemento es cierto que no es barato, pero para nosotros que nos deis la oportunidad de poder disfrutar con el allí, ha sido alucinante. En la habitación hay nevera, cosa imprescindible, hay gel y champú grande y todos los días lo reponen, súper guay. El buffet increíble, es cierto que nos hemos quedado 6 días y he echado de menos alguna novedad o variedad. Hay parking y no cobran suplemento, ( nose si depende de la temporada) eso es la caña y super cómodo ya que no es fácil aparcar ahí! La única pega que pongo es, que no hay escobilla de baño, esto no puede ser! Es un básico en un baño! Ah! No os podéis ir del hotel sin probar los postres, madremia la torrija, a mí no me gustan mucho y no he probado torrija más rica!!!!! Vuelvo hacer incapie a los trabajadores, enhorabuena chicos, seguid con esa sonrisa, se que los clientes no somos fáciles!

Estuvimos allí a almorzar, los camareros súper amables, el servicio excelente y la comida deliciosa, el comedor tiene unas vistas privilegiadas a la basílica de covadonga. Muy recomendable.

Hotel increíble, limpio y lo mejor sus trabajadores, super educados y amables. E l sitio y las vistas de lo mejor. Volveré sin duda.

Muy buena ubicación, buen servicio e instalaciones. Junto a la basílica de Covadonga

Canjéamos una caja de Smartbox para una estancia en este Hotel por una noche . La atención por parte del personal fue maravillosa educadas y muy amables informandonos de todo .Fuimos con nuestra bebé y las chicas súper amables y atentas con ella. La habitación estaba limpia y con una cuna para la niña. La moqueta de la habitación apesar de ser de un color claro estaba súper limpia. Con la habitación teníamos desayuno el cual cuando llegamos yo que soy intolerante al gluten tenia para poder desayunar lo que quisiera y encima sin yo decirles ese detalle cuando llegamos , la camarera del salón muy atenta tanto con nosotros como con la niña. Sinceramente quedamos encantados con la estancia.La única desventaja es que el aparcamientos para los huésped se queda pequeño en número de plaza.Volveremos sin duda

En el centro de todo aparqué en el recinto del hotel y los cuatro días no tuve necesidad de moverme por está en la mejor situación para visitarlo todo muy bien

Las habitaciones necesitan una reforma. Las sillas parecen que se van a desarmar. La cama es diminuta (1,35 m), que sea de 2025 ya no es aceptable, y el colchón parece que nunca se ha renovado desde que el hotel abrió hace más de 100 años. La comida del restaurante era excelente, pero mejor evitar la cafetería.

El parquing es un problema no está regulado y aparca quien quiere no dejando sitio para los huéspedes, también hay problema al entrar es bastante estrecho si no hay sitio .. si te toca la primera planta y vistas montaña es probable que haya una mesa debajo y se escucha todo a parte de que entra el humo en la habitación. Por lo demás el hotel está bastante bien y admiten perros.

Nos alojamos dos noches. El hotel tiene una ubicación preciosa, rodeado de montañas. Está bastante aislado, y aparte de las atracciones religiosas cercanas, no hay mucho que hacer excepto disfrutar de la naturaleza. Nuestra habitación era muy espaciosa, con techos altos y una bonita vista de las montañas. Sin embargo, el baño tenía un ligero olor a cloaca que no se iba del todo. El restaurante del hotel era realmente muy bueno, con un personal amable y experto. El día que visitamos los Lagos de Covadonga, estaba abarrotado de gente; todos los autobuses estaban completos, y terminamos esperando en la fila de taxis durante aproximadamente una hora y media. Así que asegúrate de reservar tu transporte con antelación. A pesar de las multitudes y la espera, el viaje fue una experiencia increíble.