Aquarium | Port Ciutadella en Ciutadella de Menorca

Comida riquísima, rodaballo y calamar a la parrilla, tarta de queso de postre. Atención excelente.

¡Una experiencia gastronómica excepcional! Desde el momento en que entras, te envuelve una atmósfera acogedora y elegante. La frescura y calidad de los ingredientes se reflejan en cada plato, especialmente en sus deliciosos platos de pescado. La presentación es impecable y el sabor es simplemente sublime. El personal es atento y profesional, haciendo que la velada sea aún más placentera. Sin duda, un lugar al que volver una y otra vez para deleitarse con su exquisita cocina y su encantador ambiente.

El entorno espectacular y la comida un 10. Visita obligada para comer o cenar si vas a Menorca.

Ha sido una experiencia fantástica! Para empezar pedimos el bao de cangrejo, arroz estaba muy muy bueno y una “caldereta” de fume de marisco con gamba roja (receta de su abuela ) nos encantó !!! Muy sabrosa!!! 100% recomendable

Muy bueno uff la verdad la comida todo muy rico volveriaa a repetir

Todo estupendo. El servicio de 10, la comida exquisita y el precio ajustado. Recomendable 100%

La estancia en general fue agradable, ambiente tranquilo y cálido. Uno de los problemas era la falta de existencia de atún rojo, lo cual conformaba ingrediente principal de gran parte de la carta. En cuanto al buque insignia del restaurante, su tarta de queso podríamos decir que se saborea más con la vista que con el paladar.

¡Sin duda la mejor comida en Menorca! ¡¡Varios de sus platos incluso habían ganado varios concursos de comida en toda España!! Una pena que nos hayamos olvidado de tomar más fotos, el atún Tataki fue el mejor que he probado en mi vida. La lubina salada era una de las favoritas del público; incluso nuestros hijos de 3 años la devoraban. ¡Gracias!

Estuvimos dos noches en Ciudadela y repetimos!!! Encantados con la comida y el servicio. Maravilloso!

Nuestra experiencia fue extraordinaria de principio a fin. En este caso, éramos dos y teníamos muchas ganas de probar algunas de las especialidades de la isla. Nos decidimos por este restaurante por sus buenas reseñas y no nos equivocamos. Es recomendable llamar para reservar, pues se llena enseguida. A modo de entrante nos pedimos unos croque-tartar de gamba roja que estaban de vicio. A continuación, pasamos ya al plato principal, el arroz negro, servido con alioli casero. No tengo palabras para describirlo… Es una experiencia religiosa. La ración es muy abundante para dos, pero todo estaba delicioso —tanto es así que no sobraron ni las raspas—. Para terminar nos pedimos la famosísima tarta de queso que también dio la talla. En definitiva, no podemos sino recomendar Aquarium. ¡Ojalá podamos volver muy pronto!