Cena surrealista, hay tan poca luz en la terraza que no ves lo que te estás comiendo, ni bebiendo claro. Tuvimos que sacar la linterna del móvil en alguna ocasión. Te ponen unas lámparas de lucecitas de colores en las mesas, pero que no son suficiente. Había ido otros veranos, pero lo del otro día me marcó. La comida no está mal, pero deberían solucionar ese problema en su terraza, porque antes no era así.
La comida súper deliciosa, me pedí una tosta de pollo y fue más de lo que esperaba. Adicionalmente pedí unas patatas boloñesa y de las mejores. Sitio agradable, limpio y ordenado
Éste restaurante tiene un menú diario más que aceptable.
Los fines de semana conserva un menú bastante completo y de calidad. Muy bien preparado y en cantidad suficiente.
Precios muy ajustados.