Alma Ezequiel Montilla en Puente Genil

Restaurante muy acogedor, comimos Onglet de Angus muy tierna la carne y buen sabor la salsa exquisita, el bloc de foie suave también muy bueno, el solomillo ibérico excelente y la tarta de zanahoria se deshacía en la boca

Tercera vez que asistimos. Experiencia gastronómica excepcional, cocina creativa y muy cuidada, con sabores sorprendentes, un producto de calidad y una exquisita atención a los detalles de parte del chef. Visita obligatoria. Fotos del menú de navidad “Amor Habun”. Recomendable reservar mesa con antelación.

Camarero NEFASTO Anoche fuimos, mi marido, mi hija de 10 meses y yo, por primera ver al restaurante Alma. He de decir que es un restaurante precioso, que cuida el detalle con mimo, la vajilla , la decoración y la comida fueron muy buenos. Sin embargo nuestra velada se vio estropeada por la conducta desagradable y muy poco acertada del camarero que nos atendió. Hay lugares en lo que vas con un bebé y te atienden de forma excepcional, teniendo en cuenta sus necesidades . Hay otros a los que siemplemente nos atienden y no ha más. Pero nunca nos había pasado lo que ocurrió anoche, hasta el punto de hacernos sentir mal y con ganas de irnos de allí. Llegamos los primeros del restaurante y estábamos en un salón que tenían a la izquierda, con unas 7-8 mesas. El problema ocurrió cuando dejamos de ser la única mesa del salón y vino una pareja. Por lo visto, el camarero tenía en su mente ponerlo justo detrás de nosotros. Nuestra mesa estaba pegada a la pared , por lo que había tres lados posibles para poner el carro , el lado de mi marido, que tenía un mueble con vajilla , de la cual el camarero iba cogiendo platos. El lado del pasillo , por el que servía el camarero y el lado de mi espalda, que fue donde puse el carro.. Pues bien, el camarero le venía muy mal que estuviera ahí el carro porque no sabía cómo colocar a la pareja ( recalco que estábamos solos en el salón ). Hizo comentario reiterativos sobre el tema, se diculpó con la pareja que llegó por “el sitio “( porque lo sentó en una mesa del lado, en vez de detrás nuestra ). Luego cogió las cartas que estaban en dicha mesa y volvió a decir “que las cartas estaban ahí porque ese iba a ser su sitio, pero claro… no había sido posible “. También se lo dijo a un compañero , haciendo gesto con la mano de protesta. En una de esas le dijimos que movíamos el carro sin problema y nos dijo que no pasaba nada, que movía la mesa. La despegó pero seguía haciendo comentarios y enfrascado con el tema CARRO . Vaya un sinsentido, ridículo y subrrealista. Por otro lado, también discutió con otro camarero, pensamos que el gerente, porque el bar estaba a tope, pero él no se movía de nuestra sala ( solo con dos mesas ). Para mí no mereció la pena el resto de cosas positivas de Alma. Me gustaría dejar escrito su nombre, para que podáis correr si os atiende, pero no lo tengo claro, diría que es Antonio. Como digo una velada chafada. Nos terminamos marchado siendo las dos únicas mesas del salón y por supuesto sin postre. No pongo menos estrellas porque una persona no merece la pena echar por tierra el trabajo de todos

Si estás en Puente Genil y te gusta probar nuevos sabores, la cocina con ALMA de Ezequiel Montilla es el lugar.

Siempre es un acierto venir aquí. El servicio estupendo y la comida buenísima, con esa mezcla de sabores que recuerdan a una cocina tradicional pero única. Además, el sitio es precioso, toda una experiencia comer en una casa tan bonita y cuidando cada detalle. Deseando volver!! 🫶🏼

Una tarde víspera de Navidad, en un lugar así, alimenta el alma.

Alma es uno de esos restaurantes que logra destacar por la coherencia entre su nombre y su propuesta: aquí todo se hace con alma, sensibilidad y respeto por el producto. Desde el primer bocado se percibe la calidad excepcional de los ingredientes, cuidadosamente seleccionados y tratados con una elaboración impecable que combina técnica, creatividad y equilibrio. Cada plato está pensado para lucir el sabor principal sin artificios innecesarios, permitiendo que la materia prima sea la auténtica protagonista. La cocina se mueve entre raíces tradicionales y toques contemporáneos, manteniendo siempre una armonía que hace que la experiencia sea redonda El ambiente es acogedor, el servicio cercano y atento, y el conjunto termina convirtiéndose en una experiencia gastronómica que invita a volver. Alma es, sin duda, una apuesta segura para quienes buscan excelente producto, elaboración cuidada y un maridaje que eleva el menú a otro nivel.

Nuevo restaurante en P.Genil, muy interesante con una carta de platos con una calidad muy buena. Una apuesta de cocina imaginativa y buena elaboración. El servicio agradable y los precios ajustados dejan ganas da volver. Suerte al equipo encabezado por Ezequiel. Pulir un poco la presentación les vendría bien. Los platos con salsa pecan de exceso de la misma, parecen nadar las carnes (Secreto con salsa...), o pescados (Lenguado a la Meunier, mantequilla... )en la misma, incluso en los postres (Membrillo en salsa...)el líquido resulta excesivo. Con menos se ofrecerían más elegantes y apetitosos. Ganarían.

Sabores intensos: ¡la fusión internacional y local! Almorzamos temprano (13:30) en Alma, de Ezequiel Montilla. Fue una excelente elección, tanto por el restaurante como por la hora. Los platos estaban llenos de sabor y, gracias a la hora, fuimos de los primeros en llegar y tuvimos el privilegio de que el chef Ezequiel nos hablara sobre el restaurante y sus platos. El restaurante cuenta con varios salones. Nos sentamos en el patio central. También dispone de salones privados para grupos de diferentes tamaños. Nos decidimos por el menú degustación. Fue una buena opción, ya que nos permitió probar más platos de los que hubiéramos podido probar entre dos si hubiéramos elegido la carta. Si hubiéramos sido cuatro o más, habría optado por la carta y compartir. Como ya se ha dicho, los sabores son intensos y potentes, nada sutiles. Los ingredientes son en su mayoría de origen local, con algunos toques internacionales. El chef se enorgullece de utilizar productos locales. Las raciones son bastante generosas para un menú degustación; sin duda, no te quedarás con hambre. Como es habitual en España, la carta de vinos es extensa y ofrece opciones adecuadas. También hay maridaje disponible, pero nosotros optamos por una botella de rosado. El servicio es bastante fluido. A los camareros les cuesta un poco explicar los platos en inglés, pero es bastante común en España. Conviene repasar el español. Al mismo tiempo, no dudaron en explicarnos las tradiciones españolas (¡hay que comer pan con los huevos!, etc.). Tuvimos el privilegio de que el chef nos explicara varios platos, lo que, como siempre, le da un toque especial. En general, una experiencia conmovedora. Se nota la atención al detalle en los sabores y los ingredientes; un poco más de cuidado en la presentación no estaría de más.

El sitio con más calidad y buen hacer de toda la provincia de Córdoba. Ezequiel es un profesional de los pies a la cabeza, siempre dispuesto a crearte una experiencia inmemorable tanto con el sabor de sus platos como con su semblante. Si quieres disfrutar de una gran experiencia gastronómica Alma es tu lugar de referencia. Déjate aconsejar y sorprender, sin duda alguna no te arrepentirás.