Alma Del Sabor en Cáceres

Comimos muy bien comida extremeña, buenísimo y el trato estupendo, seguro que repetimos..

Menú turístico con varios primeros y varios segundos bastante mediocre para 30 €. Creo q por ese precio se puede mejorar bastante. Relación precio calidad baja en mi opinión. El servicio es simpático pero al local le falta un almacén: habia cajas de vino, de zumos de otras cosas completamente fiera de lugar, concretamente el camino al baño estaba atestado. Totalmente inadecuado.

Aunque no brilla por su decoración, lo hace por su comida. Un restaurante familiar pequeñito, de tradición y con un amplio abanico de platos elaborados y confeccionados en torno a la historia de esta tierra y de calidad altísima. Los camareros son atentos y divertidos, la cocina rápida y de los pocos sitios en Extremadura que me han puesto pan sin tener que pedirlo. Postres a un precio bastante barato para la calidad que tienen (probad el flan de queso, qué exquisitez) y como recomendación los calamares a lo judío no deben de faltar en la mesa.

Los platos tienen poca cantidad para el precio que tienen, el servicio y la calidad es buena.

Muy recomendable. Puede que sea el único restaurante dentro de la zona amurallada donde se puede comer muy bien a un precio muy razonable. Junto al museo del aljibe. Dispone de una bonita terraza que, dada la fecha, no estaba habilitada. Dentro está bien decorado pero resulta un poco oscuro. El servicio estupendo. Tomamos el menú extremeño: el hummus con salmón muy recomendable. Postres caseros. También tienen un menú del día más económico.

Fuimos a cenar tras un tour y nos encantó. La camarera que nos atendió fue atenta y muy amable. Comimos un menú en el que destacaría el hummus y los guisos de carne. Ambiente muy tranquilo y agradable, al menos para cenar.

Buen restaurante para comerse un menú con platos típicos de Extremadura. El menú cuesta 30€ e incluye un primero a elegir, un segundo a elegir, un postre, pan y una bebida. Las migas no estaban mal, el magro de cerdo en salsa estaba bueno. Los postres son caseros y estaban muy buenos.

Ubicado en un bonito rincón del barrio judío, este restaurante nos ofrece una acogedora terraza y un salón interior. Su propuesta gastronómica es muy simple: un menú extremeño durante toda la semana tanto para almuerzo como para cena, a un precio de 25 €, pudiendo elegir un primer plato entre ocho opciones, un segundo plato entre otras tantas y un postre casero a elegir entre nueve opciones, además de pan y bebida. Si no queremos menú, podemos elegir cualquier plato a un precio de 12 € y un postre a 3 €. Nosotros nos decidimos por dos menús, compuestos de un primer plato de consomé natural de la casa con huevo escalfado y dos segundos de calamares en salsa al estilo judío con arroz de ajo y magro de cerdo en salsa con higos de Almoharín. De postres, arroz con leche casero y monsaborá (crema de coquillos con miel y suprema de mora caramelizada). En general, todo muy bien, un sitio con mucho encanto y una atención excelente. La comida nos gustó, pero le faltó un pelín para llegar a la máxima puntuación. No obstante, sitio más que recomendable.

El servicio muy bueno, muy amable y con simpatía. Tiene un menú muy completo, con varios platos a elegir. Calidad de la comida buena, y raciones abundantes. El lugar acogedor, aunque un poco ruidoso. Repetiríamos seguro Por poner un pero, se habían quedado sin flan de queso, y nos quedamos con el antojo😂

Comimos el menú y estaba todo buenísimo, y buenas cantidades. El servicio súper amable. El bacalao espectacular. Por el lugar parece que va a ser más caro pero está muy bien de precio.