Al Kostat en Barcelona

Comida rica y de calidad con productos de Cataluña.

Vine a celebrar el cumpleaños de un amigo. Comida deliciosa, personal increíble y un diseño interesante. Me ofrecieron un tour rápido por la cocina aunque el restaurante estaba abarrotado. Todo en la cocina estaba impecablemente limpio y organizado... ¡Me encanta! ¡Gracias!

Pasé por un restaurante concurrido con muchos asientos en la acera y un grupo de gente esperando justo afuera. Miré el mapa y me di cuenta de que había pasado por Al Kostat, pero no lo vi. Apenas había un letrero. La gente que pensé que esperaba el restaurante había desaparecido. Entonces encontré la puerta escondida entre lo que pensé que eran dos entradas al mismo restaurante (así que la puerta de Al Kostat no me pareció de otro lugar cuando pasé por allí) y me di cuenta de que también debían tener reserva para las 8:00 p. m. y los dejaron entrar. La puerta estaba cerrada con llave cuando volví. Justo al entrar, se veía un vestíbulo muy oscuro. ¿Era este el lugar correcto? ¿Parecía cerrado? Empujé y tiré de la puerta, miré por la ventana y el guardia de seguridad del restaurante me miraba raro. Mientras, presa del pánico, le escribía a mi amiga que me había recomendado el restaurante, preguntándole cómo entrar, vi que alguien tocaba el timbre. ¡Ajá! Después de que entrara, miré más de cerca y vi un botón de Alkostat. Lo pulsé. Unos momentos después, alguien dijo algo a través del intercomunicador del timbre que era demasiado borroso para entender, pero oí el zumbido de la puerta, así que entré. Subí lentamente la escalera oscura y encontré una puerta que decía ALKIMIA alkostat... ¿supongo que este es el lugar correcto? Cruzé la puerta hacia un pasillo vacío, sin saber si debía ir a la izquierda o a la derecha. El lado izquierdo parecía vacío, así que fui a la derecha, no vi a ningún empleado, pero sí vi a algunas personas sentadas en las mesas. Finalmente capté la atención de alguien y me sentaron, solo, en la mesa en línea con el pasillo, directamente en el centro del restaurante, como si tuviera un foco sobre mí "¡Esta señora está sola! ¡Miren todos!" Eso fue lo que sentí. Fue mi culpa no haber pedido sentarme en otro lugar. La comida estaba bien. Luego, cuando me fui, empujé y tiré de la puerta principal y no se abrió. Estaba muy oscuro en el vestíbulo, así que no pude ver si había un pestillo o una manija para girar... Dos tipos que fumaban al otro lado de la puerta intentaron ayudarme vagamente, y luego se quedaron mirándome forcejear. Vi un cartel que decía "empujar", pero no indicaba qué ni dónde empujar. Estaba tan confundido que pensé que algo podría pasar si presionaba el papel que decía "empujar"... con el rabillo del ojo, vi un papel a juego en el extremo izquierdo de la puerta, con un botón que se parece a esos botones de perro parlante, no parece un botón para abrir puertas. Pero lo presioné y la puerta vibró. Empujé y tiré de la puerta izquierda más cercana al botón, que seguía atascada. Probé con la puerta derecha, no recuerdo si fue empujar o tirar, pero seguro que me equivoqué antes de acertar. Cuando finalmente escapé, les dije a los fumadores "¡Había un botón!". Me miraron como si fuera un extraterrestre, así que dije "¡Un botón!". Pero su expresión no cambió. Me siento muy especial porque de todas las reseñas que leí, soy la única que no pudo descifrar la puerta 😆

Una cocina perfecta, un servicio impecable y un lugar excepcional, una especie de oasis en el centro de Barcelona

El sitio es precioso, lleno de detalles y todo impecable. La comida y el servicio impecables también. Volveremos.👌🏻

Delicioso. Fuimos un grupo de 4, todo lo pedimos al centro para compartir, y fue la mejor decisión, porque así probamos de todo. Y todo estuvo increíble. El servicio excelente, me encanto qué El sommelier preguntara nuestras preferencias y que también preguntats El rango de precio qué queríamos para la botella de vino.

Al Kostat es la versión más accesible y relajada del renombrado chef Jordi Vilà, y se encuentra en el corazón de Barcelona, en Ronda Sant Antoni. Este restaurante, con una propuesta gastronómica centrada en la cocina catalana tradicional, destaca por ofrecer platos llenos de sabor y frescura en un ambiente íntimo y moderno. Desde las kokotxas de merluza al pil-pil con mongetes del Ganxet hasta la reconfortante brandada de bacalao con judías verdes, cada plato es una reinterpretación cuidada de los sabores más clásicos. Los macarrones gratinados con cebolla caramelizada y el pollo asado son opciones sencillas pero llenas de gusto, que no decepcionan. Con precios moderados, Al Kostat es el lugar perfecto para disfrutar de una comida deliciosa y accesible en la vibrante ciudad de Barcelona.

Extraordinario y entrañable restaurante. Carta espectacular repleta de platos ideales para compartir elaborados con excelente materia prima y una cocina espectacular. Carta de vinos increíble. Atención por parte del personal maravillosa. Un feliz descubrimiento, regresaré y pronto

Restaurante del chef Jordi Vila. Una muy buena oferta gastronómica y buenos platos por compartir. Tanto si va en pareja o en grupo, haga un buen uso de la carta y aproveche a degustar la mayor cantidad de platos, ya que están elaborados con mucho cariño y no te dejarán indiferente. El servicio impecable y el somelier muy atento. La cocina abierta podrá ver cómo trabajan con cuidado y silencio. La decoración y ambiente muy tranquilo y equilibrado. La forma de entrar en el restaurante no quiero explicarla porque es muy diferente. Poder el precio algo elevado en ciertos platos pero vale la pena probarlos ¡Gracias por la experiencia, volveremos!

Comida bonita y servicio espectacular. Gracias por todo.