Agripino Restaurante en Mora

es un buen sitio para estar a gusto muy cómodo limpio y agradable el trato del personal es muy bueno

Habitación excelente, con mejor servicio y muy limpia.

Buen servicio y atención inmejorable 🙂

Ha sido una experiencia perfecta en este hostal. Desde el primer momento, el personal ha sido muy amable, atento y siempre dispuesto a ayudar en lo que necesitáramos. Las habitaciones están muy limpias, son cómodas y están perfectamente equipadas para descansar después de un día de turismo. Algo que nos ha encantado es que todos los días hacen las camas, cambian las toallas y dejan la habitación impecable, algo que no siempre es habitual en este tipo de alojamientos. Los baños también están muy limpios y bien cuidados. La ubicación es excelente, cerca de los principales puntos de interés, pero en una zona tranquila para poder descansar sin ruidos. Además, el ambiente dentro del hostal es muy agradable, con zonas comunes cómodas y bien cuidadas. La relación calidad-precio es inmejorable. Por todo lo que ofrecen, el precio es muy razonable. Sin duda, lo recomendamos al 100% y, si volvemos a la ciudad, repetiremos sin pensarlo.

Precio para peregrinos con sonrisa incluida, comidas a precios muy razonables.

Es un hostal muy antiguo pero las camas eran cómodas. Se puede aparcar sin problema en la puerta.

Hemos comido en familia varias veces, el personal muy atento, y la comida muy buena, además la cantidad que ponen está muy bien. Volveremos cuando vayamos a Mora.

Hemos ido a cenar 3 amigos nos a sorprendido gratamente, comida exquisita tratao espectacular de parte de Irene la camarera más agradable que hemos conocido , es recomendable cien por cien , vamos a volver seguro

El sitio está muy bien ubicado,las habitaciones son antiguas y una de ellas olía demasiado a tabaco y a cañería,pero para hacer noche es suficiente. Todo esto se contrarresta con el servicio y la atención de las chicas del hotel. Para venir al pui du fou está genial para pernoctar

Como peregrino del Camino de Levante, hice escala en el hotel y restaurante Agripino, situado en pleno centro del pueblo, a un paso del ayuntamiento, la iglesia y los comercios. La bienvenida fue muy cálida y el gerente muy amable y sonriente. Almorcé en el restaurante (cocina asiática) excelente relación calidad precio. El hotel dispone de ascensor, wifi gratuito, las habitaciones son sencillas y muy limpias, perfecto para un peregrino.