Abarike en Gijón

Excelente comida, un gran menú hecho con mimo, gran atención, el local es pequeño pero está bien distribuido, en pleno centro de Gijon.

Apenado por no poder poner mayor nota, pero imposible poner mayor nota cuando no sirven lo que se pide/paga. Fuimos en pareja un sábado de noche a comer el menú de 3 mariscos + 1 pescado + 1 postre. La verdad es que todo lo que comimos estuvo muy rico y bien preparado, la atención también muy buena (explicando cada plato con detalle y cuidado). ¿Donde estuvo entonces el problema? Pues en qué no nos pusieron lo que indica el menú: Empezamos con la Gilda de anchoa. Continuamos con el salpicón de bogavante. Después fue el turno de una vieira en salsa de ajo. Como plato principal, de ¿pescado? el plato de centollo que en su propia carta indican como marisco. Terminamos con un postre. Pese a estar todo verdaderamente rico, especialmente el plato de centollo, la verdad es que nos quedamos bastante descolocados/decepcionados sin un pescado que cerrase el menú, que es lo que se contrata y se espera como plato principal de un menú de este tipo de restaurantes. Una verdadera pena, un error así hace que pase de un sitio al que valorar con un 5 (o casi) y volver sin dudarlo, a un sitio donde nos sentimos ligeramente decepcionados.

Una visita obligada. Espectacular, íntimo y con una oferta amplia

Pedimos el menú de 30 €, que incluía entrante, plato principal y postre, pero nos sorprendió mucho que las raciones fueran demasiado pequeñas. Una pena, porque tuvimos que pedir una hamburguesa al salir. ¡Comer bien no significa salir del restaurante con hambre! El entorno es encantador, el servicio es correcto y la comida está muy buena, pero solo nos dieron un 3/5 porque las raciones deberían mejorar mucho y el postre era muy básico (solo había una opción: una tarta de queso)... Una pena. Quizás el menú gourmet sea más generoso.

Pedimos el menú degustación 4+2+1 y lo recomendamos encarecidamente. Platos y servicio excelentes. Salimos muy satisfechos y contentos. ¡Gracias!

Acabamos de salir de disfrutar del menú Comparte ,una grata experiencia llena de sabores ,ha sido todo De 10,el guiso de centollo de 10,impresionante ,las ostras frescura en la boca y un sabor increíble ,el steak de lubina increíble ,los mejillones,el salpicón ,madre mía,todo riquísimo ,como colofón una tarta de queso buenísima y postre chocolate para acabar ,estaba buuuff. He de reconocer que soy una fiel seguidora de Lara ya hace tiempo de su trabajo y no defrauda su comida.El chico que nos atendió encantador ,explicando cada plato y con una sonrisa siempre .Volveremos seguro y recomendaremos Abarike ,muchísimas gracias por esta experiencia de sabores.

Hoy hemos cenado el menú de degustación marea alta y fantastico, platos muy elaborados y con un sabor espectacular, además he de recalcar la atención y servicio del menú explicando plato por plato lo que íbamos a degustar. Lo recomiendo 100%

Restaurante pequeño pero muy acogedor, una estrella Michelin bien merecida. Lugar muy recomendado

Buena atención en un sitio tranquilo bien ubicado. Recetas únicas con mezclas de sabores muy originales. Como las raciones no eran grandes, pudimos probar unos cuantos platos sin salir rodando, lo cual agradecemos para una cena. Nos sorprendió especialmente la gilda que probamos. Genial para degustar algo distinto.

Nunca había estado en el anterior restaurante de la cocinera y aún no había venido a este tampoco. Por alguna extraña razón, no me llamaba. Pues bien, gran error. Este sábado fui con un amigo y fue una comida de diez en todos los aspectos: atención, entorno, ambiente y, claro, los platos. Compartimos unas gildas de anguila ahumada (riquísima y muy divertida), unas espléndidas vieiras y un salpicón de bogavante con un toque refrescante muy chulo. Yo comí pixín, muy buena pieza en con muy buen punto, aunque tal vez la salsa de trompetas de la muerte lo invadía en exceso (aunque la salsa en sí también estaba muy rica). No hubo hueco para postre. De beber, había alguna cosa chula. Nosotros elegimos un albillo mayor (Ribera del Duero, claro) que estaba muy, muy bueno. En definitiva, muy, muy recomendable