Abarike en Gijón

Tomamos el menú degustación 4 mariscos, 2 pescados y 1 postre y quitando algún detalle de gusto a nivel personal, todo de 10. Sin duda para repetir. Llevábamos tiempo queriendo ir y desde luego un acierto.

Hace un par de semanas estando en Gijón acabé descubriendo uno de esos lugares que te reconcilian con la cocina de autor. Abarike es uno de los sitios donde te sientes en casa, bien recibido y con una atención excelente. El primer día nos animamos con la ruta de tapas que Lara compartía en redes. Una vez allí nos dejamos guiar por la atención de Arantxa… una experiencia de pura cercanía, sabor y mimo. La media docena de ostras que probamos, cada una superior a la anterior, fue de 10. El servicio en barra, unos entrantes sabrosos, el ambiente tan cuidado, y una copa de vino recomendada hizo que la experiencia nos dejara con ganas de más. Tan grata fue la sorpresa que volvimos el día siguiente, esta vez a probar el menú de degustación. Siempre es recomendable dejarse guiar por la elección de platos del chef y de su mano derecha, y fue un acierto. Está vez probamos la ostra con manzana asturiana, la lubina reinterpretada como steak tartar, las guildas deconstruidas; tanto la clásica como la de quisquilla, el salpicón de bogavante azul y algunos platos más.. y no sabría elegir un favorito. En definitiva, es uno de esos sitios que se esfuerza por dar siempre una mejor versión y donde se captura la materia prima de una forma que pf. Productos de cercanía, residuos cero y platos cuidados al detalle con presentaciones impecables y sabores que hablan de territorio. Fue un placer coincidir con Lara y estar con el equipo en petit comité, lo que terminó de redondear la experiencia. Cocina precisa y con carácter, Abarike goza de describirse como un lugar con encanto propio. Repetiría sin dudarlo. Mis enhorabuenas al equipo, da gusto encontrar espacios donde todo está pensado con tanto cariño.

Noviembre 2024:Reservé por la web así sobre la marcha, ya que fue así improvisado, y me indicaron que no había sitio, así que me puse en lista de espera y en breve me llamaron por teléfono para decirme que ok. Qué magnífica experiencia! Estar ahí en la barra en primera fila viendo cómo la chef maneja el volante es un autentico espectaculo. Probé el golondro sobre un guiso de boletus, una gilda de bogavante y una vieira a la sal. Sabores deliciosos y sorprendentes por todos lados. Máximo placer. El lugar es muy bonito y el trato del personal magnífico. Así que ya espero la oportunidad de volver, a seguir probando más cosas. Noviembre 2025: No sé cómo se publica una nueva reseña, porque esto parece una continuación de la anterior. En fin. Este año volví y probé el menú de 3 platos de marisco, 1 de pescado y postre, (55 €). Nuevamente excelente...pero disfrute más el año pasado. Lo mejor la lubina y el guiso de gnoccis de patata y langostinos. Buenisimos. También el salpicón de bogavante azul merece su aparte, aunque en mi opinión el pimiento rojo le come mucho al plato. No soy muy de postres, aunque estaba bueno así que otra vez creo que deambularé por la carta sin rumbo.

Un sitio fantástico para comer pescados y mariscos. Tiene 5 mesas y la barra, lo que hace que tenga poca gente y estés tranquilo, sin gente gritando. La comida espectacular. Se comió, Lubina, San Martin, tartar de no se que y Gnochis de marisco, todo espectacular, en el pescado no se encontró espinas. Un sitio de 10,eso sí, hay que reservar.

Se nota el cuidado que han puesto en cada detalle de la comida: desde el concepto hasta la preparación, la presentación y el sabor. La sostenibilidad y la frescura de los ingredientes fueron excelentes. Más que una simple comida, es toda una experiencia. Los platos son delicados y deliciosos, y estimulan los cinco sentidos. El personal es sumamente amable, atento y se preocupa por la experiencia y la comida. Se nota que se enorgullecen de su trabajo. Entramos y pedimos platos a la carta; no optamos por el menú del día. ¡Además, el pan sin gluten estaba exquisito! ¡Tenemos muchas ganas de volver!

Hemos venido a Gijón especialmente a este restaurante, y la verdad que hemos quedado súper satisfechos, la comida estaba increíble, el personal es súper amable y el lugar es muy bonito. Pedimos el menú que consta de 4 platos de marisco 2 de pescado y postre, agua y pan van incluidos, en cuanto a cantidad y está perfecto, y en cuanto a sabor y elaboración genial. Volveremos sin duda

Probamos el menú degustación estilo Omakase que consta de 7 platos y, además, pedimos fuera de carta unas gildas de anguila ahumada y quisquilla que estaban deliciosas: jugosas, con un sabor diferente y muy bien elaboradas. El resto de los platos también estuvieron a un nivel excelente, con una presentación muy cuidada y un ritmo de servicio ágil y bien medido. Es una experiencia distinta, que se nota pensada al detalle y que se desmarca de los restaurantes que ofrecen lo mismo. Sin duda, una opción muy recomendable para quienes buscan algo diferente.

Excelente menú de 6+2. La ostra así como la lubina y el bogavante espectaculares. La atención así como el servicio perfecto

Fui hace un par de semanas y voy a contar mi experiencia. El recibiendo por parte de los camareros bien; por parte de Lara normal, un hola muy seco y la sonrisa escondida. Respecto a las mesas, me pareció que el espacio era muy reducido y, en nuestro caso que éramos dos personas, quedaba el espacio muy justo. En un momento nos pusieron 3 platos a la vez en la mesa y no quedaba ni un espacio libre. Mesas demasiado pequeñas, por lo que comes muy agobiado en el lugar que te ponen. La decoración de las mesas y en general del local muy sencilla y la figura que estaba en nuestra mesa, llena de polvo. Respecto a la comida (me habían recomendado el restaurante por el pescado/marisco) y sinceramente encontré todo tipo de sabores excepto ese. Todos los platos estaban salados y con unos sabores excesivamente fuertes, lo que no dejaba predominar el sabor del producto fresco. Nos informaron allí que todos los platos que nos iban a servir era todo frío y no había nada caliente, algo que nos sorprendió. Te preparan los platos en la barra. En un plato que llevaba bogavante, al comerlo encontramos varios trozos de cáscara y en otro plato de salmón "crudo", nos encontramos dos espinas. Considero que, en comparación con otros locales recomendados por la guía michelín, no tiene nada que ver y si has probado más lugares de este tipo, verás claras las diferencias y mejoras que este local necesita.

Experiencia inolvidable . Buena comida, producto fresco y excelente atención de sala. Recomendable 100 x 100. Nos encantaron las gildas.