Abacería El Mercader de Triana en Sevilla

Un sitio pequeño pero con una comida muy grande y con la gente que trabaja allí muy profesional y muy agradable. La verdad, un sitio para recomendar por que te sientes como en casa

Uno de los mejores bares de tapas en los que he estado. Creativo y delicioso.

Comida exquisita, fresca y de origen local (Mercado de Triana), con un servicio inmejorable. ¡Muy recomendables los platos del día! Una carta de vinos excepcional, principalmente de la zona.

Un ambiente excelente, un servicio espectacular, comida elaborada, el camarero que nos atendió muy bien y muy amable. Es un sitio para volver.

Comida y vinos deliciosos, personal hospitalario

¡Un restaurante estupendo! Comimos de maravilla y el servicio fue muy amable a pesar de nuestro escaso español. Cocina de alta calidad, vinos excelentes. Enhorabuena al chef y a todo el equipo.

Un oasis gourmet y vinos exclusivos en Triana. Muy acogedor, íntimo en el interior y alegre y trianero en el exterior. Servicio rápido y eficiente, platos razonables y una amplísima carta de vinos andaluces y españoles para cuya selección el personal te asesora muy profesionalmente. Me resultó difícil elegir una manzanilla de Sanlúcar entre su amplia variedad y calidad de las mismas. Es visita obligada para paladares exigentes.... (Conviene reservar)

Un lugar excelente. Comida española deliciosa y un ambiente muy acogedor.

¡Qué sitio tan fantástico! Desde fuera, parece una vinoteca, y eso es precisamente lo que es: una fantástica selección de vinos por copas y botellas. En algún lugar detrás del pequeño mostrador, en un pequeño rincón, un chef evoca poemas españoles inigualables. Comimos: ibérico, tomate y atún, tartar de vieiras, pulpo y costilla braseada. Un 10: nos encantó. La próxima vez que visitemos Sevilla, ¡este sitio sin duda estará en nuestro itinerario (al menos una vez)!

Nos gustó tanto que comimos allí dos veces. Eso lo dice todo. Con una amplia selección de tapas y algunos platos del día, seguro que encuentras algo delicioso. Ambas noches pedimos la ensalada de papa con langostinos al ajillo. Presentada en forma rectangular en un plato de pizarra negra. ¡Qué delicia! Luego pedí el Taco Hijoli. Solo uno viene con dos camarones crujientes, mayonesa de chipotle, guacamole y pico de gallo. El siguiente fue el Ultimate Toastie. También solo uno. El roast beef era como comer mantequilla. El pan brioche dulce estaba cubierto con champiñones marinados y alioli de ajo negro con trufa. ¡Guau! Mi esposo empezó con el lomo de cerdo curado; se deshace en la boca. Simplemente lo cortamos en rodajas y lo colocamos en un plato. Luego pidió uno de los especiales de pescado en salsa de tomate dulce. Le encantó. El pescado estaba cocinado a la perfección y la salsa de tomate era como la de mamá: sencilla y dulce. Recuerda que esto es para dos visitas. Otra especialidad fue esta sopa tipo tomate verde con vieiras crudas en el centro. Era como un gazpacho espeso. Era el favorito de mi marido. No podemos olvidar el Don't Squiz the Squid. Cuatro chipirones, perfectamente cocinados y muy tiernos, se sirvieron con salsa de ajo negro y un guiso de cebolla que los hizo dulces. Ambas noches pedí sangría. Nunca has probado algo así. En lugar de las típicas naranjas, pusieron manzanas con canela. Estaba buenísima. Pero hay que gustar del dulce. Muy diferente. El local es muy pequeño, así que llega temprano. Solo hay 5 o 6 mesas dentro y 2 o 3 fuera. Ve o llama y reserva. ¿Volveré a comer allí? Ya lo hicimos. Es imprescindible.