A Mundina en A Coruña

Muy buena calidad precio, personal muy atento, local con decoración muy agradable, producto de calidad

Su carta y personal son increíbles, calidad excepcional y siempre una sonrisa cuando te atienden. Local muy concurrido y céntrico en La Coruña.

Excelente Restaurante en el centro de La Coruña, buena comida, el Sr. David nos atendió con amabilidad y profesionalidad… Gracias Volveremos

La comida bien estuvimos en el nuevo y todo bien pero éramos dos y nos separaron la mesa dos cuartas y tuvimos que comer pegados a uno señora que no paraba de hablar burradas y claro casi parecía que comíamos juntos el resto bien

Después de una gran obra de teatro, habíamos reservado para cenar cuatro amigas todas de mediana de edad.Pedimos para picotear.Tostas de anchoas muy ricas aunque llevaban demasiado queso que hacía pasar casi totalmente desapercibido el sabor de unas anchoas que prometían mucho. Ensaladilla impecable. Tabla de quesos ricos pero raciones para Barbie y unos bocadillos que prometían mucho; ricos pero escasos de relleno, nos pasó un poco como con las anchoas.Cuatro copas de vino, dos postres para compartir, hay que dejar sitio a la Navidad.Me pareció caro paro lo que comimos.

La calidad del producto es muy buena, todo lo que pedimos nos gustó, mucha variedad fuera de carta

Muy caro. Los que cocinamos sabemos comprar y cocinar. Hay restaurantes que sólo piensan en turismo. Los que somos del país pagamos a precio turista. Palo y Tente tieso

Recomendable 100% Comida de calidad, ambiente cálido y servicio de gran calidad. Nos atendió Carlos , gran profesional. Calidad precio muy recomendable .

Grandes restaurantes o mejor taberna, la comida y Servicio eran muy buenos, las zamburinas era hermoso para comer. Buena selección de vino, recomendando Ribeiro en general.

Una experiencia gastronómica excepcional en A Coruña. Mi marido y yo disfrutamos de una cena deliciosa en A Mundiña que sin duda repetiremos. Empezamos con unas croquetas de jamón Joselito que estaban simplemente espectaculares: jugosas por dentro, con una masa fina y una intensidad de sabor que nos encantó. Seguimos con percebes, fresquísimos y con esa potencia de sabor tan característica de la costa gallega, ¡un auténtico manjar! El arroz meloso fue otro acierto total: en su punto, sabroso y muy bien equilibrado. De postre probamos la tarta de queso y las milhojas, ambos sublimes, acompañados por una excelente botella de vino blanco. Queremos destacar también el trato del camarero que nos atendió, siempre atento, amable y explicando cada plato con todo detalle, lo que hizo la experiencia aún más especial. Un lugar que combina producto de primera calidad, buena cocina y un servicio de diez. ¡Volveremos sin duda!