A LA BRASA Taberna Mediterránea en Cartagena

El restaurante bonito y la atención excelente. Pedimos unos entrantes para compartir muy ricos y diferentes. Langostinos al carbon con guanciale y pesto de aguacate, el huevo de granja con bacalao pilpil y trufa. Los platos principales , el rodaballo con alioli de cítricos al azafrán impresionante, la paletilla de cordero jugosa y en su punto, una grata experiencia. Los postres , la torrija de calabaza buenísima pero mejor aun la tarta de queso de cabra al horno, cremosa suave y nada empalagosa, para disfrutarla. Un gran descubrimiento, sin duda repetiremos.

En pleno centro de Cartagena y en un local con mucha historia. Es un restaurante pequeño, acogedor y con una decoración cuidada y detallista. Éramos un grupo grande y elegimos un menú degustación, con platos originales y algunos muy sorprendentes. El servicio impecable.

Escogí este restaurante para Celebrar mi cumpleaños el día de hoy , y fue simplemente maravilloso , ambiente de 10, carta sencilla pero excelente , comida excelente y por favor si leen esta reseña y van a cenar allí guardar sitio para el postres, les recomiendo la tarta de queso , exquisita, me la recomendó el camarero José Luis y definitivamente fue un acierto , y hablando de (José Luis ) camarero amable , sus atenciones fueron de primera y su trato afable hicieron de mi experiencia un cumpleaños inolvidable GRACIAS . Todo el personal muy atento y conocían su carta y sus plato al dedillo 👏🏼 y por último la chica que me trajo la tarta con la vela sin pedir la vela gracias de verdad 🥰😍

Una experiencia super agradable con una comida exquisita en un entorno único y con un excelente servicio y atención en todo momento.

Todo muy rico, el personal muy atento y la planta baja donde nos ubicaron fue muy acogedora. Estuvimos muy a gusto

Comida elegante y muy buena, perfecta para celebraciones especialmente íntimas. Definitivamente recomendaría este resto.

Sin duda volveremos, comimos hoy día 1 de enero mi mujer mi hija y yo, el restaurante está ubicado en un antiguo edificio militar con mucho encanto por su arquitectura formado por bóvedas de ladrillo antiguo. La primera sorpresa fue cuando a la entrada nos recibieron con una copa de cava (por cierto estaba muy suave y agradable) y la segunda fue ver a los mandos de la cocina a nada y nada menos que a Julio Velandrino. La comida es de auténtico espectáculo, desde luego se nota la mano del Chef Julio Velandrino, platos que combinan de forma armoniosa y desenfada sus ingredientes que te hacen disfrutar de la comida y de todos sus sabores y matices. El servicio bueno y profesional por parte de todo el personal, camareros super atentos y agradables,José el Sumiller te aconseja, explica y te recomienda desde luego lo mejor para la ocasión (sin destrozarte la cartera) tiene una buena bodega con mucha variedad, nosotros comimos con un Champagne que nos recomendó, la primera vez que lo hacíamos y desde luego que acertó. Ambiente muy agradable, sin duda volveremos y repetiremos. Restaurante de referencia en Cartagena. Gracias y enhorabuena.

Fue una experiencia excelente. Trato genial, comida increíblemente buena y ambiente tranquilo y acogedor. Repetiremos.

Servicio excelente y la comida deliciosa, adaptados totalmente a las necesidades de celíacos e intolerantes al gluten. Relación calidad-precio muy buena. Es un sitio al que nos gusta volver y siempre salimos muy contentas e impresionadas de lo rica que está la comida.

El restaurante tiene tres espacios: un comedor pequeño e íntimo bajo las bovedas antiguas de ladrillo del edificio, una terraza tranquila y bien aislada del bullicio de la plaza, y una barra japonesa. Tiene un menú degustación a 45 euros que no probamos en esta ocasión, pero me parece muy buena relación calidad / precio. De los entrantes, destacaría la ensaladilla de salmón, y las croquetas de leche. El pulpo está muy bueno, pero con textura algo dura. De las carnes, probamos el secreto de Duroc, y el solomillo de vaca. Ambos muy buenos. Pedimos algo de sushi, de buena calidad. Probamos los 4 postres de la carta. Desracaría la tarta de queso, y la torrija. La carta de vinos no es extensa, pero está bien seleccionada. Una buena cocina, en un entorno agradable y bien decorado. Buena relación calidad / precio. Servicio muy amable y profesional, aunque un poco lento en ocasiones. Definitivamente, para volver y probar el menú degustación.