A LA BRASA Taberna Mediterránea en Cartagena

Visitamos A la Brasa buscando un sitio romántico y tranquilo, y la experiencia superó nuestras expectativas. El local tiene un ambiente acogedor y cuidado al detalle, perfecto para una cena especial. Nos atendió un camarero que, pese a tener solo 18 años, nos sorprendió por su profesionalidad, amabilidad y atención. Se encargó de explicarnos con claridad cada plato del menú degustación antes de servirlo y de comprobar con mucha dedicación todos los detalles relacionados con mis alergias, algo que valoramos muchísimo. La comida fue excelente: producto de calidad, bien cocinado y presentado con mimo. Las porciones del menú degustación eran adecuadas, suficientes para disfrutar sin quedarse con hambre, y el precio nos pareció muy razonable. La carta de vinos estaba muy bien seleccionada. Elegimos La Mujer Caballo, un vino naranja con un buen punch y lleno de matices, que acompañó perfectamente toda la cena. Fue una noche maravillosa, de esas que se recuerdan con cariño. Sin duda, volveremos y lo recomendamos a cualquiera que busque una experiencia gastronómica especial, con buena cocina y un servicio que marca la diferencia.

Resultó que solo servían comida japonesa algunos días. Así que acabamos comiendo paella, que estaba bastante buena.

El sitio es muy agradable. La carne (lomo fileteado) muy buena y ración generosa. El atún no era especialmente bueno (tomamos tartar de atún), sobre todo para el precio. Tenía Mucho nervio y estaba un poco pasado. No hay sushi el Domingo noche y no lo ponía en la web. Nos quedamos con las ganas. 65€/persona con botella de vino.

Fantástico el ambiente, profesionalidad y un servicio muy agradable

Vuelta a este restaurante cartagenero situado en el antiguo Parque de Artillería. Desde la última visita se ha remodelado la oferta gastronómica con platos mediterráneos y cocina japonesa. La comanda fue la siguiente: * Ensaladilla de pulpo cartagenero, patatas de La Puebla y mayonesa de su ajada. Pulpo tierno acompañado por las patatas de temporada de la pedanía cartagenera de La Puebla. * Foie micuit, breva al "kamado" y miel. Elaboración casera del foie micuit con breva al horno y nueces garrapiñadas. * Uramaki de vaca madurada. Bocado exquisito con el toque de grasa de la carne, potenciando el sabor. * Tataki de atún rojo con salsa ponzu de naranja. Atún de calidad con la combinación de la salsa de soja con el dulzor y el ácido del cítrico. * Crujiente de cordero IGP Segureño, gribiche y brote de guisante. Tierna la carne de cordero con los sabores agridulces que aporta la salsa gribiche, a base de alcaparras, pepinillos, perejil, vinagre y aceite. * Lingote de chocolate con helado de almendras y cereza. Un chocolate del 85 % de cacao. * Torrija de calabaza. Se acompaña de helado de calabaza asada y cabello de ángel. Un postre delicado con su punto perfecto de dulzor sin llegar a empalagar. * Cervezas y agua mineral con gas. Café "asiático". Un paso de gigante en la elaboración de producto y calidad, desde la última visita, con variedad de platos nuevos.

Es la tercera vez que escribo la reseña, a ver si los informáticos de Google hacen mejor su trabajo. El restaurante? Muy muy bien. Para más info leer mis otras reseñas.

Nuestros amigos nos habían hablado de este establecimiento y no perdimos la oportunidad de visitarlo, fue un acierto. Muy bien situado y con una decoración muy cuidada. La verdad es que nos dejamos aconsejar pidiendo varios platos para compartir y después un arroz excelente. Un 10 para el personal, atentos y muy eficientes. En lugar a tener muy en cuenta si vistas esta ciudad.

Precioso restaurante con comida española, sushi y especialidades.

Local austero, aunque acogedor. Buena atención en el servicio de mesa. La cocina algo lenta y algunos platos excesivamente especiados. Ambiente discreto.

Todo excelente, sitio muy recomendable