Si estás en la ciudad y quieres comer una comida muy bien cocinada y equilibrada con comida local.
*******GRANCA A LA MESA********
Estaba caminando y no tenían reserva, pero la señora me permitió sentarme en el bar, beber un poco de vino y pedir un par de aperitivos.
Comí carne seca en rodajas finas, burrata con tomates asados y alcachofas cultivadas localmente y aceite de oliva. ¡Le dieron la tarta de chocolate y estaba fuera de este mundo!
Este es un restaurante exclusivo, por lo que obtienes un servicio exclusivo y la señora también es una mentira. Muy conocedora del mundo del vino por lo que se asegurará de que tengas la mejor experiencia y la mejor experiencia.
El ambiente es fantástico, pequeño, pintoresco y de propiedad familiar.
Si vienes a La Coruña y quieres experimentar y comer alimentos cultivados localmente.
Haz una reserva y deja que tu paladar llegue al cielo.
Michel Szabo
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28 Diciembre 2024
10,0
Un espectáculo para los sentidos en un ambiente familiar y distendido.
Nataly y Balazs dirigen este pequeño restaurante donde el producto y el mimo y respeto con el que lo tratan conforman el eje de su filosofía.
No hablaré de platos concretos pues con toda seguridad sufrirán variaciones cuando alguien o yo mismo vuelva a probarlos. Que decir de los vinos... Siempre merece la pena dejarse aconsejar por Nataly, será un acierto.
Espero con ganas mi próxima visita.
Juan Aguiar
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28 Diciembre 2024
10,0
Creo que para poder dar una opinión, hay que poner un contexto. Leo con sorpresa gente que se queja de los tiempos de espera “a pesar de ir avisado”.
No lo entiendo; es un local privado; suyo. Sus normas. Te avisan. Que más quieres?
Es como si vas a un japonés, lees la carta y pides tacos al pastor; no hay, no sale en la carta y te quejas. Repito: no lo entiendo.
Fuera de este comentario que pretende ser un “capote” a los dueños, la comida fue espectacular.
La anchoa (y su pan) es espectacular (un 10); su burrata increíble, sus carrileras pura crema.
El trato exquisito.
No tiene nada malo, para mí de lo mejor que he probado en los últimos meses.
Volveré sin duda!
H. G
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12 Noviembre 2024
10,0
Insuperable!
Todo…la elaboración, la calidad, la atención, el ambiente…
El vino que nos recomendó Nataly simplemente brutal.
Muchas gracias!
Belen LF
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19 Octubre 2024
10,0
Este no es un restaurante, es una invitación a buenos amigos (que saben cocinar muy bien) para una comida y una velada tranquila con vino y conversación.
martin backman
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15 Octubre 2024
10,0
Una experiencia gastronómica, vinos ricos y diferentes, comida con excelente producto y elaboración. Menú variante de acorde a la temporada.
Marcelino Parga
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12 Octubre 2024
10,0
Muy buena atención.
Local pequeño y acogedor, aunque quizás las mesas demasiado cercanas ( dependerá de la intimidad que demandes si te gusta más o menos este aspecto).
Carta muy corta, pero excelente preparación y producto.
El precio me pareció razonable.
El tiempo de espera, aunque vayas avisado y lo aceptes, personalmente me pareció algo excesivo. Se te hace largo.
RinRaspas
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25 Agosto 2024
8,0
Es la segunda vez que lo visitamos, la experiencia ha sido muy buena . Se percibe que hay cocina en casa elaboración.
Joven pareja que refleja su cariño, respeto y sencillez por lo que hace.
Volveremos!
Esther Blanco
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13 Agosto 2024
8,0
Cómo decía el maestro Jesulín de Ubrique, en dos palabras:
IM-PRESIONANTE
Carta con materia prima de altísimo nivel acompañándole además una técnica de elaboración digna de saborear… además de comida, le acompaña una carta de vinos de primerísima calidad. Esta vez nosotros nos decantamos por maridar la cena con Champagne.
Un acierto y sin duda, volveré.
Javier Bellas
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09 Agosto 2024
10,0
El 55 pasos está en lo alto de las famosas escaleras que desembocan en María Pita, epicentro turístico de la ciudad de A Coruña. Cuenta con una terraza con 3 mesas, y en su interior, pequeñito, hay otras 5-6 mesas más.
Carta corta, con 10 propuestas más un postre, de las que seleccionamos 5 con la ayuda de Nataly, la amable jefa de sala. Excepcionales las anchoas (probablemente las mejores que he comido hasta ahora), mantequilla pura la cecina, muy sabrosa la burrata con verduras y sorprendentes las piparras con queso feta, con ese toque de brasa que a las guindillitas les va increíble. Como principal tomamos un chuletón de 1,1 kg, espectacular en el sabor, aunque determinadas zonas contaban con una grasa que dificultaba bastante el corte. Grasa que, en otras áreas de la carne, era un caramelo.
El postre, el único que tienen, es la mejor torrija que me he comido nunca. Jugosa, melosa, con unas semillas de amapola que amplifican la experiencia gustativa… una locura.
Ahora viene la parte negativa del restaurante, parte de la que éramos conocedores. Nos sentamos en la mesa a las 20:45, nos levantamos de la mesa a las 00:50, lo que supone 4 horas de cena. Ellos lo saben y abanderan una cocina sin prisas, con calma, disfrutona, pero sobre el tiempo hasta que nos llegó el primer plato se nos hizo un poco largo, sobre todo teniendo en cuenta que anchoas, cecina y burrata son elaboraciones rápidas. La espera por el postre también se hizo pesada, más que nada por la hora que era ya, las 00:40.
La calidad de la comida es muy buena, así como el servicio, simpático, cercano y experto, lo único que quizá podrían ajustar un poco son esos tiempos iniciales y finales (que no los tiempos entre platos, que fueron razonables), para de esa forma ofrecer una experiencia sin fisuras. Es una pena que te vayas con la sensación de que, habiendo pagado 76€ por cabeza con 6 cervezas y dos aguas grandes, hubieses disfrutado más con una hora y media menos de duración de la cena.
Carlos Blanco Casal
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08 Agosto 2024
8,0