4 cantons en Onda

Comida,ambiente excelente,servicio pésimo La comida tardaba una barbaridad, teníamos reservada la mesa a las 14:00,y terminaron de servirnos el postre y el café a las 17:30 Elbpostre y el café nos lo sirvió una chica súper simpática,morena,pelo largo y rizado. El postre y los cafés nos lo sirvió en 15 minutos. Espectacular. Gracias a esa chica,súper simpática

Una experiencia maravillosa, comida excepcional.. y Vanesa un amor. Volveremos a verte!

Comida excelente y original con unos precios muy acequibles. Terraza acogedora.

Una bienvenida a España que jamás olvidaremos – 4 Cantons, Onda (Comunidad Valenciana) Vinimos desde Colombia a conocer esta hermosa tierra, y no podríamos haber tenido un mejor recibimiento que el que nos ofreció el Gastro-bar 4 Cantons, un lugar donde la gastronomía típica española se convierte en una auténtica experiencia sensorial. Éramos cuatro personas, y desde el primer plato quedamos encantados. Comenzamos con rabo de cerdo frito, crujiente, sabroso y francamente adictivo. Le siguieron unas croquetas de rabo de toro, suaves, acompañadas de patata y apando; una mezcla que sabe a tradición y buen gusto. Luego llegaron otras croquetas, esta vez de gambas con jamón serrano: deliciosas, con un sabor especial que se disfruta mejor cuando están tibias, ya que calientes pueden confundir el paladar (¡lamentamos no tener fotos de este momento!). La experiencia se elevó al siguiente nivel con los zamburiñas, una joya para los amantes del mar. Su salsa era, sin exagerar, de otro mundo. Continuamos con dos ensaladas que cambiaron por completo nuestra percepción de este tipo de platos: la primera, de salmón ahumado con aguacate, cebolla, rúcula y vinagre balsámico, fue una combinación ligera, deliciosa y muy equilibrada. La segunda, con queso de cabra, frutos secos, bacon y uvas pasas, fue una explosión de sabores. ¡Jamás imaginamos que una ensalada nos pudiera emocionar tanto! Y llegó el momento estrella: la paella de pluma ibérica flameada en vivo con romero por Daniela, la dueña del lugar. La cocción del arroz, el salseo y la carne tierna crearon una combinación sublime, digna de aplausos. Hemos probado paellas en ciudades como Madrid y Barcelona, pero la de 4 Cantons se lleva el premio. Para cerrar con broche de oro, probamos la tarta de queso y la torrija. No exageramos al decir que esta última es probablemente la mejor del mundo. El pan brioche en caramelo, la textura, el dulzor, el equilibrio… cada bocado fue puro arte. Y la tarta de queso, con un sabor tan exacto y equilibrado, es otro monumento al buen gusto. La atención fue impecable. Vanesa, con su carisma y amabilidad, nos hizo sentir como en casa. El servicio fue rápido, cuidadoso y muy profesional, a pesar de que el lugar estaba lleno. Cada plato llegó a excelente temperatura, con tiempos perfectamente medidos. El ambiente de la plaza donde está ubicado el local es encantador, y todo acompañado por un buen vino y una cerveza de barril Estrella Galicia redondeó la mejor bienvenida que podíamos tener en España. Comida típica española-valenciana deliciosa y perfecta, atención de parte de los camareros y dueños increíbles, ambiente especial y espectacular, y las cervezas junto con el vino lo hacen brutal y delicioso. Por último es recomendable hacer una reserva, el restaurante se llena en cuestión de minutos, y para ir a la segura es mejor reservar una mesa.

La ubicación es estupenda, en la plaza de Onda, con la fuente central haciendo sonar el agua Hemos comido bien, la ensalada de queso de cabrá y el tartar de Salmón muy buenos! Hemos rematado con un buen café, para mi imprescindible para el buen cierre de la comida!

En la terraza. 1 de mayo. Muy buena comida. Servicio extremadamente lento, tanto en cocina como en mesa. ¡Más de hora y media para el plato principal! Tienes que venir preparado para quedarte. Y sin niños flamencos. Mejor sin niños, porque se aburren 😁

Tapas muy buenas y el personal excepcional

Estuvimos comiendo ayer y la verdad que estuvimos muy agusto!! Tienen vinos buenos y la comida está muy buena. Les recomiendo el Azpilicueta tinto. Pedimos pan tostado y las bravas.(Por sacar un input sobre esto,el pan estaba demasiado duro y el alioli no era de ajo negro) El rabo crujiente super bueno era la primera vez que lo probaba y superó mis expectativas. Pedimos un pan bao de pollo y otro de pulled que estaban espectaculares ( ambos,pero sobre todo el de pollo). Y pedimos un secreto a compartir! Estaba perfecto en su punto y muy bueno! Las patatas caseras de guarnición. Para finalizar una tarta de queso que está súper cremosa y sabía a queso ( se agradece la mermelada a un lado ) estaba buenísima. El café espectacular y repetimos café en la terraza de lo agusto que se estaba. Servicio a un buen ritmo,sin atosigar todo junto,y una cosa después de la otra! Enhorabuena. A destacar el buen royo que tienen como equipo,había un chico nuevo,y la camarera de la barra le enseñaba con cariño y compresión y eso da gusto! Dice mucho de el profesionalismo de ellos y no pararon de moverse todos!

Tras una ruta de senderismo por el término, comimos en este restaurante. El lugar es encantador (en terraza, bajo unos arcos y junto a una fuentecita), el servicio rápido y atento (eramos 30 personas). La comida, casera, muy buena. Como pega he de decir que, para los que somos un poco tragoncetes, es algo justa en cantidad (por lo menos lo que es menú, supongo que a la carta podrás pedir lo que quieras)

Sitio espectacular si lo que quieres es comer calidad y a buen precio, desde los entrantes hasta el plato principal me sorprendió gratamente. Lugar 100% recomendado en Onda