Los mejores restaurantes con terraza de otras cocinas en Terrassa

23/11/2025: Una auténtica estafa.Fuimos un grupo de 28 personas con un menú cerrado de 40 €. Desde el inicio todo fue un desastre: faltaban vasos y copas, cada comensal tenía un vaso distinto y nunca trajeron los que pedimos. Terminamos bebiendo agua y cerveza en vasos de cubata. La comida fue aún peor: La ensalada de burrata llegó congelada, sin verduras asadas y con apenas dos trozos de tomate para compartir entre cuatro. El queso con membrillo directamente no estaba. El servicio fue lento y desorganizado. El solomillo debía llevar salsa, pero nos dijeron que no tenían. A una persona ni siquiera le sirvieron la sepia y pretendieron culparnos a nosotros. Los postres, que en el menú ofrecían cuatro opciones, se redujeron a un simple helado de nada. El ambiente tampoco ayudó: hacía un frío insoportable en la sala. Al pedir que encendieran la calefacción, nos aseguraron que ya estaba puesta, pero era mentira. Tuvimos que encenderla nosotros mismos. El vino incluido en el menú nunca se sirvió porque, según ellos, “era de mala calidad”. El encargado jamás dio la cara y dejó a un joven sin experiencia que no tenía culpa de nada. Lo más grave: después de esta experiencia, revisamos otras reseñas y comprobamos que coinciden exactamente con lo que vivimos. Es su modo de operar: escatiman en camareros, en calidad de comida y en todo lo que debería garantizar un servicio de restauración digno. Conclusión: pésima organización, comida deficiente y trato inaceptable. Un menú de 40 € convertido en una auténtica estafa.

23/11/2025: Fuimos a cenar un grupo de 30 personas y, desde el principio, la experiencia dejó mucho que desear. Para empezar, el servicio de bebidas fue muy lento. Al pedir vino, el responsable nos recomendó directamente la sangría porque, según él, el vino “era malo”, lo cual ya nos pareció inapropiado. Además, solo nos pusieron un vaso por persona para compartir sangría y agua. Respecto a la comida, lo que nos sirvieron no coincidía en absoluto con el menú que nos habían ofrecido previamente. El “pica-pica” que se suponía era una ensalada con verduras a la brasa para cada cuatro personas terminó siendo una ensalada básica, con apenas dos trocitos de tomate y sin rastro de las verduras a la brasa. La burrata estaba congelada y otro de los platos, que debía incluir membrillo, mermelada de arándanos y frutos secos, se redujo a un simple queso acompañado únicamente de cuatro frutos secos. Los segundos platos nos los sirvieron en platos fríos, por lo que la comida se enfriaba en cuestión de minutos. El asunto de los postres también fue un despropósito: aunque en el menú había cuatro opciones, nos dijeron que únicamente entraba helado. Tras reclamar y mostrar la conversación donde aparecía el menú elegido, accedieron a bajarnos el precio, pero aun así, cuando pedimos los helados, nos informaron de que solo tenían ciertos sabores disponibles. Después de pedir los dos sabores que nos dijeron vinieron a informarnos que nos les quedaba de 1. Todo parecía una broma. Hay que decir que uno de los camareros fue muy amable y profesional, pero el encargado evitaba dar la cara y se mostró borde en todo momento. Incluso nos dijo que el café que estaba incluido en el acuerdo inicial no entraba finalmente. Le dejé claro que no pensábamos pagar más de 30 euros por persona, y aun así me pareció mucho para la calidad recibida. En definitiva, una experiencia vergonzosa. El personal —a excepción del personal que nos atendió— fue poco profesional y el responsable tuvo un trato desagradable. Un lugar que, sin duda, no recomiendo.